Hecho a base de retazos de ropa de deporte vintage que pasó por un meticuloso proceso de limpieza -¡por Dios, miren ese blanco!-, el vestido cuenta con un cuello Perkins, mangas largas de encajes y una silueta suave y fluida en forma de trompeta.
Que KSENIASCHNAIDER esté detrás de este vestido de novia responsable no nos sorprende, la marca basada en Kiev acostumbra a trabajar con retazos de ropa usada para hacer sus populares jeans y cárdigans, utilizados por celebridades como las hermanas Hadid y Celine Dion.
Pero una cosa es crear un conjunto adorable de camisa y mini falda en ‘A’ hecha a base de retazos de denim vintage, y otra completamente distinta es hacer un vestido de novia con ropa de hacer ejercicio usada, por eso tuvimos que preguntarle a Ksenia Schneider si sería capaz, y si le interesa, replicar este vestido de novia en caso de que alguien esté interesado en usarlo para el día de su boda, o si era más una pieza para transmitir un mensaje sobre sostenibilidad.
“Inicialmente fue una pieza de muestra que hicimos [solo] para transmitir el mensaje, una especie de reflexión sobre el tema principal”, nos contó Schneider por correo electrónico, “pero hemos recibido comentarios sorprendentes al respecto en las últimas 24 horas, de chicas que nos etiquetaron [en redes sociales] diciendo que absolutamente se casarían con un vestido como éste. Y entiendo por qué, además del hecho de que forma parte de un movimiento ecológico, se ve realmente moderno y sexy”.
A mi pregunta sobre si serían capaces de hacer cuantos vestidos estas niñas atrevidas le encarguen, Schneider respondió que sí, “siempre que haya ropa deportiva blanca en los mercados vintage locales. Y, por supuesto, ninguno podría ser idéntico, lo que es otra ventaja para la novia. Ahora, realmente espero que este vestido encuentre a su dueña fuera de la pasarela algún día”.
Realmente espero que este vestido encuentre a su dueña fuera de la pasarela algún día
Para a Schneider es fácil visualizar a la mujer que usaría este vestido después de recibir esos mensajes, “es segura, con un poderoso carisma y un distinguido sentido del estilo. No tiene miedo de ser ella misma y compartir su visión, que incluye reinventar el mundo y crear una realidad actualizada, donde usar prendas ‘reelaboradas’ representa el más alto de los honores”.
El vestido de novia de Schneider fue sin duda algo impresionante para mi, que como buena latinoamericana que soy, estoy acostumbrada al encaje acompañado de velo y corona, no de ropa de deporte vintage, pero Maria Andreyuk, directora de comunicaciones de la marca, me cuenta que las ucranianas de Kiev son tan tradicionales como nosotras las latinas, “la mayoría prefiere un look romántico tradicional, por lo que un vestido de novia como este sería un statement enorme aquí”, de más está decir que por aquí también.
La colección presentada en la semana de la moda de Ucrania, que tiene lugar en Kiev del 1 al 5 de febrero, no solo tuvo un mensaje sobre sostenibilidad en la forma del reúso de telas con una vida pasada, referencias a ropa utilitaria, como pantalones cargo y chaquetas con múltiples bolsillos, bolsos de mensajero, la inclusión de botas de montañismo y lentes con look deportivo crearon un vínculo con el trabajo manual y la exploración de la naturaleza, lo que indirectamente suele tener un efecto positivo en el bienestar de la gente y en el medio ambiente.
“A veces es difícil separarse del teléfono, pero creo que soy bastante buena en eso”, admite Schneider. “Eso es porque estoy loca por la naturaleza y siento que cada vez que necesito un cambio, lo único que tengo que hacer es mirar hacia el cielo y estoy lista para continuar (…) De eso se trata la colección: debía volver la mirada de la gente hacia el cielo”.
KSENIASCHNAIDER está camino a convertirse en una referencia global de cómo se puede crear una casa de moda a partir de residuos de tela, al lado de otras marcas que marcan la pauta como Bode y Reformation, pero KSENIASCHNAIDER debe utilizar tela nueva eventualmente y cuando llega ese momento Schneider explica que son muy meticulosos con la forma en cómo eligen a sus proveedores; “nuestro socio más importante es ISKO, y es conocido por su producción responsable. Además de [usar este tipo de] telas, también invitamos a las personas a limpiar sus áreas locales, damos dinero para plantar árboles, impartimos talleres de reciclaje y damos conferencias sobre sostenibilidad regularmente”.
Con información de Vogue