Arqueólogos checos han encontrado un pozo de agua fabricado en roble hace unos 7.500 años. Esta es la más antigua construcción conocida de madera cuya edad fue confirmada con la ayuda de dendrocronología, afirman los científicos.
El pozo fue descubierto cerca de la ciudad de Ostrov (República Checa) en 2018 durante la construcción de la autopista D35. Los fragmentos de cerámica encontrados en el interior del pozo lo dataron a principios del Neolítico.Estaba lleno de tierra, por lo que el equipo arqueológico excavó y lo extrajo cuidadosamente. Consistía en cuatro postes de roble, uno en cada esquina, con tablas planas entre ellos.
El pozo era más o menos cuadrado, medía 80 por 80 centímetros y tenía 140 centímetros de altura. La estructura se encontraba por debajo del nivel de las aguas subterráneas, lo que explica su buena preservación.
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Las tablas están hechas de roble y avellana, lo que indica la composición de los bosques locales de esa época.
Los científicos calificaron el estado de conservación de la madera de excepcional, ya que se pueden distinguir las marcas de las herramientas de piedra pulida utilizadas para dar forma a cada pieza.
“Lleva las marcas de las técnicas de construcción utilizadas en la Edad de Bronce y Hierro e incluso en la Antigua Roma. Es sorprendente, que los primeros granjeros, que solo tenían herramientas de piedra, huesos, cuernos o madera, pudieran procesar la superficie de los troncos talados con tanta precisión”, detalló Jaroslav Peska del Centro Arqueológico de Olomouc, uno de los autores del estudio.
La datación dendrocronológica del hallazgo
El buen estado de conservación permitió realizar la datación dendrocronológica, basada en los anillos de los árboles. El análisis reveló que la madera de tres paredes del pozo es de troncos cortados entre los años 5255 y 5256 a.C.
“Los anillos en los troncos nos permiten dar una estimación precisa, más menos un año, de cuándo fueron talados los árboles”, explicó el arqueólogo.
La madera de la cuarta pared es aún más antigua. Los árboles se talaron entre el 5241 y el 5224 a. C. La diferencia se debe a una reparación del pozo en algún momento, sugirieron los científicos.
Es la tercera construcción de madera del período Neolítico, encontrada en la República Checa. Además, se conocen más de 40 pozos de este tipo en Europa, que datan de un período de tiempo similar. Sin embargo, según los investigadores, otros pozos no han sido fechados usando dendrocronología, y por lo tanto los resultados son menos fiables.
¿Quién sacó el agua de este pozo?
Dentro del pozo, los arqueólogos encontraron fragmentos de cerámica del Neolítico temprano, lo que sugiere que la gente vivía cerca del pozo. También se han encontrado fragmentos de huesos de animales y aves.
Sin embargo, no se encontraron restos de ningún asentamiento en las cercanías, lo que sugiere que el pozo servía a varios asentamientos distantes, afirman los arqueólogos.
Los constructores del pozo eran maestros de la carpintería, es decir tenían los conocimientos y habilidades para construir tales estructuras, señalaron los científicos.
Esto significa que a finales de la Edad de Piedra en Europa, la gente tenía habilidades técnicas y herramientas bastante avanzadas y podía adaptar el entorno a sus necesidades. Además, tenían un concepto de especialización en el trabajo, lo que apunta a una organización social bastante compleja.
“Creemos que el pozo fue utilizado por la gente durante la llamada Revolución Neolítica, cuando hubo una transición de la caza y la recolección a la agricultura y los asentamientos permanentes. Esta gente probablemente construyó casas sencillas y domesticó animales”, afirmó Peska.
El pozo se conservó porque había estado bajo el agua durante siglos. Por eso, los expertos reemplazaron el agua con un agente de conservación muy utilizado: el azúcar blanco.
“Los tablones de madera están sumergidos en esta solución de sacarosa y permanecerán allí por varios meses. Durante ese tiempo la estructura celular dañada de la madera será reemplazada por sacarosa, cuya composición química es similar a la celulosa de madera. Después de eso, será fijada y solo entonces podrá ser exhibida en el museo de Pardubice como se acordó anteriormente. En total, el proceso de restauración debería durar unos dos años”, reveló Peska.
Con información de Sputniknews