Un grupo internacional de científicos, entre los que se encontraban investigadores del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), llevaron a cabo un estudio, publicado en la revista Nature Geoscience, en el cual se compararon imágenes de satélite de la Cordillera de los Andes para poder establecer los cambios producidos en los glaciares durante el periodo comprendido entre 2002 y 2018.
Los glaciares realizan funciones muy importantes, aportan agua a las ciudades, influyen en el nivel del mar y son indicadores del cambio climático. Los cambios de temperatura afectan directamente a su masa, se derriten con el exceso de calor o crecen gracias a las precipitaciones. Pues bien, los científicos precisamente estudiaron los cambios de volumen que se producen en ellos.
“En este trabajo pudimos analizar por primera vez la evolución de todos los glaciares de las diferentes zonas climáticas de los Andes durante los últimos veinte años. Comparamos más de treinta mil modelos digitales de terreno, realizados a partir de pares de imágenes estereoscópicas del satélite Aster, que nos permitieron alcanzar un nivel de precisión inédito”, expuso el investigador del CONICET Lucas Ruiz.
El equipo contó con Pierre Pitte y Mariano Masiokas del Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (IANIGLA) e Inés Dussaillant de la Universidad de Toulouse a la cabeza el grupo.
Para ello, los científicos superpusieron las imágenes, observaron los cambios y diferencias a lo largo del tiempo y midieron tanto el volumen como las elevaciones.
“Registramos si un glaciar se adelgazó o se engrosó. Además, pudimos verificar que el cambio de volumen de los glaciares varía espacial y temporalmente: vimos, por ejemplo, que la pérdida de masa en los glaciares ubicados en los trópicos y en el sur de la Patagonia se mantuvo a una tasa elevada y constante en los últimos veinte años. Pero en los Andes Áridos y del Norte de la Patagonia, desde Salta hasta el sur de Chubut, entre 2009 y 2018 los glaciares perdieron masa a una tasa más elevada que entre 2000 y 2009, lo que marca que hubo un cambio de régimen climático”, expuso Ruiz.
De esta manera, descubrieron un incremento en la pérdida de masa de los glaciares en la región central de la Cordillera de los Andes, a raíz de la extrema sequía que azota a la región, de Mendoza a San Juan, desde el 2010 y el 2018, el periodo más seco de la historia.
“Este aumento en la pérdida de masa de los glaciares en esta región coincide temporalmente con la sequía y parcialmente el aumento del derretimiento de los glaciares logro mitigar su efecto: como nevaba menos en cordillera, el caudal del río debía ser menor, pero al tener un aumento en el derretimiento de los glaciares, estos entregaron más agua en el río y mitigaron este efecto”.
“Es decir que tener estos glaciares en la región hizo que la sequía no sea tan severa. El problema es que, si los glaciares se siguen achicando, en el futuro no vamos a tener esa caja de ahorro
desde donde sacar agua, que son los glaciares”, advirtió el investigador.
Este estudio supone una referencia para otros científicos que deseen observar con más detalle cómo afecta el cambio climático a la masa de los glaciares.
“Además, tener esta información a lo largo de la Cordillera nos va a permitir calibrar mejor los modelos que usamos nosotros para ver cómo van a ser los glaciares en el futuro y así hacer mejores pronósticos a largo plazo. Nuestra incertidumbre sobre qué va a pasar con los glaciares en el futuro va a disminuir, gracias a este trabajo”, explicó Ruiz.
Además,este trabajo les ha permitido observar cómo avanzaría el estado de estos glaciares. Según los datos obtenidos, las proyecciones a futuro revelan que, en el mejor de los escenarios, para el final del siglo se habría producido una pérdida del 30% del volumen actual.
En el peor de los escenarios, desaparecería un 70% debido a las emisiones de CO2 al medio ambiente.
“Estos estudios, hasta ahora, estaban hechos en base a modelos calibrados con datos puntuales de algunos glaciares.
Con este nuevo estudio, tenemos información de referencia mucho más fidedigna sobre cómo cambiaron todos los glaciares a lo largo de los Andes y cómo influirá eso en el medioambiente. Así podremos tener más certezas de los escenarios futuros”, concluyó Ruiz.
Con información de AmbientalesMéxico