La familia Abdallah concluyó el domingo el funeral por sus tres hijos asesinados por un conductor ebrio en Sydney, Australia, un caso que ha generado una fuerte congoja en todo el país.
Cerca de 400 personas vestidas blanco, por pedido de los padres, acompañaron a los tres pequeños ataúdes para Sienna (8 años), Angelina (12) y Anthony (13), que murieron hace una semana cuando un hombre completamente ebrio embistió accidentalmente contra ellos con su camioneta en el suburbio de Oatlands.
Además de los tres hermanos, también perdió la vida una niña de 11 años, Veronique Sakr, y otros tres niños resultaron heridos, entre ellos Leanna (10), hermana de los fallecidos. Dos fueron dados de alta rápidamente y uno de ellos sigue hospitalizado.
Aún con vendas en el rostro, Leanna acompañó a sus padres Daniel y Leila en el funeral. Otros dos hijos, los más pequeños de la familia, no fueron afectados por el terrible accidente y aparentemente no participaron del funeral, que incluyó una misa en la catedral de Nuestra Señora del Líbano, ofrecida por el monseñor Shora Maree, de acuerdo al Daily Mail.
“Gracias por las hermosas vidas de Anthony, Angelina y Sienna”, dijo Leila en un momento del servicio, de acuerdo al periódico local 10 Daily. “Están ahora en la gracia de Dios”, agregó.
Los tres ataúdes estaban cubiertos de flores, mientras que el de Anthony tenía una camiseta de la estrella de la NBA Kobe Bryant, recientemente fallecido en un accidente aéreo.
El funeral de Veronique, prima de los hermanos fallecidos, se celebrará el martes en la capilla de Santa Sabina, en Strathfield.
El pasado 2 de febrero un conductor ebrio atropelló con su camioneta a un grupo de niños en Syndey, matando a tres hermanos y su primo e hiriendo a otros tres, según reportó entonces la policía local.
El hombre de 29 años, identificado como Samuel Davidson, fue acusado de un total de 20 cargos por homicidio involuntario y por conducir bajo los efectos del alcohol (con un nivel de 0,15 en sangre, tres veces superior al permitido), luego del incidente ocurrido en los suburbios de Oatlands, en la ciudad más grande de Australia. El conductor había estado bebiendo con sus amigos antes de subirse a su automóvil.
Los niños, en cambio, estaban andando por un camino pedestre y se dirigían a tomar un helado cuando la camioneta dio vuelta en una curva y se estrelló contra ellos.
“Ayer perdí a tres de mis hijos. Tengo una prima, Birdget, ella perdió a su hija también”, contó en ese momento Daniel Abdallah.
“Estoy atontado, probablemente así me siento ahora”, dijo. “Todo lo que quiero decir es que los conductores deben ser cuidadosos, por favor. Estos niños estaban caminando inocentemente, disfrutando de la compañía de cada uno de ellos, y esta mañana me levanté y he perdido a tres hijos”, expresó.
Luego de la tragedia los vecinos y amigos instalaron un memorial improvisado en el lugar del accidente, que pronto se llenó de flores, velas y osos de felpa a manera de señales de respeto.
En medio de esta respuesta, los Abdallah aseguraron que habían perdonado al hombre que mató a sus hijos.
“Hemos decidido en nuestros corazones perdonarlo, por nuestro bien, por el bien de nuestros hijos y más aún por el amor de Cristo”, señalaron los padres en un comunicado citado por 10 Daily.
Con información de Infobae