El partido entre Urquiza y Racing en el toroneo femenino de la AFA se vio interrumpido unos instantes por un incidente en la grada. El causante fue un hincha de uno de los equipos que no paraba de insultar a las jugadoras y a las propias árbitras asistentes del encuentro.
A la colegiada principal, Roberta Echevarría, no le tembló el pulso y paró el partido. Tras aguantar toda la primera mitad los improperios, nada más arrancar la segunda mitad la juez se dirigió al lateral del campo, señaló al aficionado y le pidió que se fuera de la grada inmediatamente.
Al aficionado se le cortaron las ganas de seguir insultando, cogió sus cosas y se fue en silencio, avergonzado, ante la mirada de los demás espectadores, que sí se estaban comportando de manera correcta.
El hecho ha sido unánimemente aplaudido en Argentina, un país donde el fútbol femenino está en plena pujanza como ocurre en el resto del mundo, pero donde aún queda mucho por hacer en cuanto a educación en las gradas, también en el masculino