Todos amamos las fiestas. Para muchos negocios, la época decembrina es una de las más productivas del año, siendo también un momento en el que nos damos más permisos en cuanto a nuestros hábitos. Por supuesto que siempre lo justificamos diciendo que en enero cambiaremos los patrones y retomaremos los hábitos saludables, o crearemos nuevos hábitos.
Desafortunadamente, rara vez lo hacemos. Y así llegamos a febrero sin haber cambiado ni un sólo hábito.
En lugar de esperar a que pase otro año completo y a hacerte nuevos propósitos para enero, aquí te dejamos unas rutinas matutinas simples, rápidas y sin esfuerzo que puedes empezar a aplicar hoy mismo, todas ellas enfocadas a darte más energía, creatividad y flexibilidad mental para ayudarte a navegar el resto del año.
Estírate
El otro día observé a mi pequeña de tres años al despertarse. Bostezó y se estiró, pero al decir “estirar” me refiero a que entró en un estado de contorsión impresionante durante casi un minuto completo antes de exhalar y abrir sus ojos.
Me hizo pensar en la forma en la que la mayoría de los adultos nos despertamos. Escuchamos la alarma (o las alarmas, en caso de que seas de los del snooze), nos caemos de la cama, tomamos nuestro teléfono o vamos directo por una taza de café o hacia la regadera (o todo más o menos al mismo tiempo). En lugar de esto, date un minuto y permítete (u oblígate) el placer de un largo estiramiento, con un buen bostezo, igual que como lo hacen los niños pequeños.
Si eres más aventurero, hacer de 10 a 15 minutos de yoga, aunque sea 3 veces a la semana, te ayudará a desarrollar resistencia tanto física como mental.
Deja tu teléfono
Me declaro culpable de apagar la alarma de mi teléfono e inmediatamente revisar las notificaciones que tengo en la pantalla bloqueada. Y lo único que esto hace es elevar mis niveles de estrés. En lugar de agarrar tu teléfono a primera hora para revisar tu correo, calendario o actualizaciones, opta por pasar los primeros cinco minutos con tus propios pensamientos.
Nada de lo que haya pasado en las últimas horas mientras dormías es tan urgente como para no poder esperar unos minutos más hasta que estés mentalmente despierto y preparado para enfrentarlo. Ahora, yo entiendo que la mayoría usamos nuestros teléfonos como alarmas. Si no puedes resistir la tentación de revisar tu teléfono en cuanto apagas la alarma, haz lo inteligente y compra una alarma barata que te permita dejar tu teléfono lejos de ti.
Toma agua
Amo tomar café por las mañanas, pero lo primero que necesita nuestro cuerpo, después de horas privado de hidratación, es agua. Toma un vaso de agua fresca (no helada) antes de tu café, y verás un efecto impresionante en tu mente y en tu cuerpo. Evita el jugo de naranja dulce o cualquier otra alternativa que no hará nada más que darte un subidón de azúcar una hora después. Un simple vaso de agua es mucho mejor.
Come un snack alto en proteína
El desayuno es el alimento más importante del día, porque igual que con el agua, tu cuerpo ha estado privado de alimento durante toda la noche. Comiendo algo pequeño por la mañana, tu metabolismo se verá impulsado y establecerá su ritmo para el resto del día. Evita los alimentos altos en carbohidratos o en azúcar, como los panes, porque se queman rápidamente dejándote con más hambre en poco tiempo.
Si eres como yo y no tienes el tiempo (o las ganas) de cocinarte un buen desayuno por la mañana, encuentra un buen licuado de proteína. Un buen mix de pretina más un poco de leche (o leche de soya o de almendra si eres intolerante) te da el impulso necesario por las mañanas y te mantendrá satisfecho hasta la hora de la comida.
Da un paseo de 15 minutos
Yo amo picarle al “snooze” cada mañana. Sin embargo, hace unos años me di cuenta de que el snooze no aumentaba en nada la cantidad de sueño que estaba teniendo, si pensamos que la primera vez que suena te saca de la fase REM. En lugar de ganar 15 minutos con el snooze, intenta levantarte y pasear un poco. Esto requiere de mínimo esfuerzo (además de vestirte) y te levantará rápidamente ya que hará que tu cuerpo empiece a bombear sangre. Y lo más importante: un breve paseo también reaviva tu metabolismo.
Algo que puedes hacer para lograr estas rutinas es prepararte para ellas desde la noche anterior. Antes de dormir, revisa tu calendario y prepara tu ropa. Revisa tus correos y tacha lo que ya hayas terminado o mueve los pendientes para el día siguiente. Prepararte la noche anterior sólo te llevará unos cuantos minutos, pero eliminará el estrés y la ansiedad de hacerlo durante la mañana, todo adormilado.
Lo mejor de todas estas rutinas matutinas es que requieren de muy poco tiempo y esfuerzo, y la mayoría sólo sustituye algo poco productivo que ya estabas haciendo
Con información de Entrepreneur / Peter Gasca