Bárbara de Regil (CdMx,1987) se muestra ante la vida como una madre ejemplar que siempre busca atender las necesidades de su hija, así como enseñarle que en este mundo las personas pueden ser muy crueles en las redes sociales sin saber el daño que llegan a ocasionar.
Es fitness y en sus redes lo demuestra con rutinas para que sus seguidores la sigan y tengan el hábito de hacer ejercicio, pues considera que a México le faltan campañas para el cuidado de la salud. Se define como una mujer fuerte y a la vez sensible, además agradece que la actuación la ha llevado a un nivel que ni ella conocía, pues en sus pininos en la industria del espectáculo personificó a una mujer ruda en una narcoserie.
Dice que México es un país que ama y más a la gente que es muy cariñosa.
¿Cómo te defines? Soy una mujer que todos los días quiere ser mejor, siendo sensible, fuerte y directa a la vez, pues siempre se aprende algo nuevo.
¿Qué es lo que más te apasiona en la vida? Lo que me apasiona es la actuación. Mi personaje de Rosario Tijeras no fue solo un parteaguas, fue el inicio de mi carrera, lo que me ayudó a empezar a ser alguien y a que me conocieran, fue mi personaje favorito y eso para mí es muy especial.
¿Volverías a hacer alguna “narcoserie”? No, ese tipo de series no, de hecho se acabó Rosario Tijeras, pedí que acabara la serie, ya que estaba muy cansada, el personaje exige demasiado y en serio que ya no podía más.
¿Qué es lo que más te gusta de México? Me gusta la gente, es muy cariñosa, los colores y la diversidad, por su puesto también sus sabores, pero en particular lo que me gusta de México es mi casa, pues cuando salgo de viaje, lo que más extraño es eso, la amo y cuando no estoy en ella, extraño estar ahí.
¿Crees que a México le faltan campañas de actividad física? Sí, a México le hace falta respirar, dejar de criticar, empezar a pensar zen, ver las cosas positivas y no dedicarnos a lo malo.
¿Imaginaste el impacto de tus mensajes en redes sociales? Sí y no. No, porque nunca fue mi intención llegar lejos, pero sí, porque siempre me veo en grande, que es lo que le digo a todo mundo, que si se ven en grande, se podrá. Por eso inventé las clases, porque hay gente que no puede y no se anima a hacer ejercicio por miedo, pero son tan divertidas que la música y el ambiente hacen que las personas se enamoren del ejercicio.
¿Cómo es que motivas a tus seguidoras? El mensaje es el mismo que le digo a mi hija, que tiene 15 años, nunca digo nada que no le diría a ella; por ejemplo: come sano, cuídate, háblale bien a tu mamá, respétala, ama lo que tienes, si tienes estrías ámalas, si tienes los dientes chuecos, como los míos, ámalos, si eres gordita, ¡ámate gordita! Siempre trata de ser la mejor versión de ti, pero ámate, porque si no vivirás sin ser feliz.
Te hacen memes en las redes, ¿te molestan? Están divertidos; los que me hicieron me encantaron, los guardé en mi celular; pero en serio, el bullying es algo muy fuerte. En general, cuando una persona comete un error, la gente se la acaba sin pensar el daño que puede ocasionar. A veces dicen: “pero si ya saben cómo somos los mexicanos, ¿para qué se quejan?”. Les contesto, sí es divertido hacer burla, pero no lo será cuando te lo hagan a ti.
¿Cuál es tu frase de vida? Todo se puede, siempre y cuando sea con amor. Me gusta dejar en las personas semillas sembradas en su corazón, pero todo dependerá si la persona la deja crecer o deja que se marchite.
¿Cuál es tu pasatiempo? Estar con mi familia. Amo estar con ellos, pasar todo el día con mi hija me encanta.
¿Para ti que significa la palabra “familia”? Es un todo, la defino como amor. No hay palabra para expresarlo.
¿Lees algún libro? No me gusta leer, solo escucho audiolibros. Ahorita estoy escuchando El poder de tu palabra hablada, de Louise Hay, el cual habla de la actitud que tenemos en la vida.
¿Bárbara se permite comer fritangas? No como nada que esté en una olla llena de aceite, prefiero pedir una quesadilla con queso a la plancha. A veces me consiento con palomitas, helado y pan de elote con cajeta.
¿Quién te inspira en la vida? Mi hija, de ella saco fuerzas; siempre quiero que ella me vea bien, y la segunda persona que me inspira soy yo.
Con información de Milenio