Unos movimientos inusuales de nubes de gases cerca del centro de la Vía Láctea podrían ser evidencia de la existencia de un tipo de agujero negro bastante singular, el de masa intermedia.
Al monitorear los gases en el centro de nuestra galaxia, unos astrónomos descubrieron que las nubes orbitan alrededor de un objeto, cuyo tamaño es equivalente a 10.000 masas solares. Sin embargo, al mirar el lugar donde debería estar ese objeto, no es posible encontrar absolutamente nada, apuntó Science Alert.
La explicación más obvia para el fenómeno es que se trata de un agujero negro inactivo, es decir, uno que no emite radiación detectable. Lo que acapara la atención de los científicos, sin embargo, es su tamaño.
La velocidad de un agujero negro prácticamente desafía las leyes de la física
Los agujeros negros de masa estelar, cuyo tamaño es de hasta 100 masas solares, son bastante conocidos y han sido observados en numerosas ocasiones. Lo mismo ocurre con los agujeros negros supermasivos, cuya masa puede variar de 100.000 a varios millones de masas solares.
Los agujeros negros de masa intermedia son justamente lo que sugiere su nombre, se ubican entre los estelares y supermasivos. Es decir, poseen masas entre 1.000 y 100.000 masas solares. Sin embargo, no hay evidencia de que existan ni de dónde pueden ser encontrados.
Hasta el momento, los resultados de la investigación de astrónomos japoneses indican que observar el movimiento de los gases en el centro de la Vía Láctea es, de hecho, un método confiable para buscar posibles agujeros negros de masa intermedia. Pese a las evidencias, la existencia de esos agujeros aún no se ha confirmado.
Con información de Sputniknews