Al duro camino de desarrollo que tiene la infancia en México, agravado por la inseguridad que azota al país, se añaden hoy la amenaza de la violencia de género para millones de niñas, tal y como refleja el reciente asesinato de Fátima, de siete años.
En su crecimiento, los infantes mexicanos enfrentan todo tipo de problemas desde la migración en solitario hasta el maltrato o incluso la desnutrición o la obesidad, de acuerdo con un estudio presentando en enero por la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim).
Y a estos factores se le suma la inseguridad -en un país que promedia 98 asesinatos diarios- y cuya más reciente expresión ha sido el feminicidio de Fátima, una niña de siete años a la que se llevaron de la escuela y días más tarde fue hallada, asesinada y ultrajada, en un crimen que ha conmocionado al país.
En este caso se hizo evidente la cadena de descuidos, fragilidad del núcleo familiar y fallas de una sociedad que no ha logrado actuar en conjunto como un sistema de protección integral para cada niña, dijo el Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna),
Dora Giusti, jefa de Protección de Unicef, dijo este miércoles a Efe que “definitivamente tenemos un fenómeno que afecta a los niños en diferentes espacios en su vida diaria, y que tiene grandes repercusiones en su vida a corto y largo plazo”.
Estas, indicó, suponen una amenaza para su vida física y emocional. “Puede tener daños a nivel de personalidad, a nivel de desarrollo: es una preocupación de salud pública”, apuntó.
RODEADOS DE VIOLENCIA
La violencia afecta a los niños en diferentes entornos, aseguró, y enumeró que 6 de cada 10 niños de 1 a 14 años han vivido disciplina violenta o castigo corporal. Agregando que, según sus datos hay cuatro muertes de menores diarias y que el 43% de los adolescentes de 15 a 18 años ha vivido formas de violencia sexual.
En México, parece no haber espacios seguros para los infantes porque la violencia los golpea en la escuela, en la comunidad y en el hogar. “En general, es una norma que la violencia es perpetrada por personas más cercanas a los niños”, comentó Giusti.
Fuera de casa, los niños tienen vulnerabilidades económicas, de pobreza, de situación de calle, de empleo; e incluso hay adolescentes que se unen o se casan en relaciones a temprana edad, con consecuencias negativas para su escolaridad y propiciando embarazos adolescentes.
Y es que según Giusti la violencia es un fenómeno extendido en el país, con altos índices de violencia y crimen, de normalización de la violencia y de altos niveles de impunidad.
En todo esto, “los niños que están en etapa de desarrollo, necesitan un entorno de protección si no quedan particularmente expuestos, son victimas de violencia de personas cercanas”, declaró la experta.
Una nueva manifestación de violencia contra los niños surgió con el fenómeno de la migración y de las caravanas que han llegado a México desde 2018.
“Hemos visto un aumento de la migración infantil, acompañada o no, de 2013 a 2015 el número de niños no acompañados se triplicó y volvió a subir con el fenómeno de caravanas y el año pasado tuvimos más de 50,000, un tercio no acompañados”, relató.
Como perspectiva de solución, el Estado debe diseñar una política integral de contención y prevención e invertir en apoyo de familias para fortalecer el entorno, trabajar en las escuelas y cuando ya ocurra episodios se necesita que las instituciones respondan, destacó la experta.
EL FEMINICIDIO TAMBIÉN IMPACTA EN MENORES
El estudio “Infancia y adolescencia en México. Entre la invisibilidad y la violencia” de 2019, publicado el pasado enero por la Redim, apunta que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador tiene la oportunidad histórica de lograr un cambio profundo si construye una alternativa con los nueve compromisos que firmó cuando era candidato.
El informe es muy contundente con la violencia contra la mujer y los feminicidios (asesinatos por razones de género). Pues señala que entre 2015 y julio de 2019, 317 de los 3,297 feminicidios registrados en el país eran menores de edad, de entre 1 y 17 años.
“Durante 2018, ocurrieron en promedio 7 asesinatos al mes contra niñas y adolescentes, y en lo que va de 2019, se registran 59 feminicidios, un incremento a 8 feminicidios cada mes”, indica el documento.
Ahora a esta trágica estadística se le ha sumado el asesinato de Fátima, cuyo cadáver apareció dentro de una bolsa en el sur de la capital y, según confirmó la Fiscalía capitalina, presentaba signos de violencia y abuso sexual.
Con información de Infobae