Los ojos son grandes espejos de lo que sucede en nuestro interior. La mirada cambia cuando nos sentimos contentos, o cuando estamos deprimidos. Pero la iridología va más allá, y plantea que los ojos pueden ser, también, una ventana para conocer nuestra salud.
Se trata de una ciencia que tiene más de 200 años, y cuyos principios básicos fueron enunciados por el médico húngaro Ignacio von Peczely. Él un día quiso agarrar a un búho de la pata, y sin querer se la lastimó. Mientras intentaba curarlo, vio una imagen nueva en uno de sus ojos. A partir de ahí, arrancó esta ciencia que está cada vez más desarrollada.
PRINCIPIOS BÁSICOS DE LA IRIDOLOGÍA
Es importante entender que la iridología entiende al ser humano como un todo, es decir, podría decirse que es una ciencia holística. No hace diagnósticos específicos, pero sí permite entender qué parte del organismo no está funcionando bien.
Lo mejor de la iridología es que no precede de forma lineal la enfermedad. Entonces, puede hacerse un diagnóstico y prevenirse.
Lo explica el especialista en el tema, José Lluís Berdonces :
”El diagnóstico de certeza de una enfermedad se debe realizar con las pruebas convencionales. La iridología es como un dedo que nos señala hacia dónde debemos dirigir el diagnóstico. Lo que nos dice es más el estado general del cuerpo que el nombre de la enfermedad.”
Es que los ojos, justamente, son una puerta que permite descubrir a la persona en su totalidad. Sabiendo cómo leerlos desde la iridología, se puede hacer un diagnóstico de salud. Pero también es posible conocer al otro, y eso siempre ayuda a descubrir sus problemas.
“En la medicina antigua el estudio de los ojos era una cosa normal, pero la medicina moderna se ha olvidado de ciertos signos básicos que están presentes en los manuales de medicina de todos los tiempos”, concluye Berdonces.
LOS CÍRCULOS DEL OJO: CÓMO LEERLOS
Para ‘leer’ el iris, el iridólogo lo divide en una especie de “mapa” del cuerpo. Así, el ojo queda dividido en 12 sectores radiales (como la esfera de un reloj) y en 6 anillos concéntricos.
Si bien el análisis de todo el iris es muy complejo, entender cómo se dividen esos seis anillos te ayudará a comprender la lectura de la iridología.
Anillo 1
Es un borde irregular que rodea la pupila y que va desapareciendo con los años. En él se reflejan las enfermedades del metabolismo, como ciertos tipos de diabetes.
Anillos 2 y 3
Ocupan la cuarta parte de la circunferencia del iris y se relacionan con los órganos abdominales y gastrointestinales.
Anillo 4
No es muy grande y en él se localizan los problemas neuroglandulares, endocrinológicos, de circulación general y de los sistemas defensivo y linfático.
Anillo 5
Es el que ocupa la mayor área del iris. En él se encuentran reflejados los grandes órganos, desde el cerebro al esqueleto pasando por el hígado, los pulmones y el corazón, así como los órganos de los sentidos.
Anillo 6
Al final, se encuentra esta fina línea generalmente más coloreada, en la que se refleja el contorno del cuerpo, es decir, la piel, los orificios naturales, la circulación superficial y la de retorno.
5 COSAS QUE PUEDES DESCUBRIR DE TU SALUD CON LA IRIDOLOGÍA
Como decíamos, el estudio de la iridología es complejo, y los expertos en el tema estudian mucho tiempo para poder dar con un diagnóstico. Sin embargo, hay algunas cosas que puedes identificar fácilmente en tus ojos, que hablan sobre tu salud.
Estas son 5 cuestiones de salud que puedes identificar mirando tu iris.
1. Pupila descentrada
Si tu pupila no está situada en el centro del ojo, puede indicar un problema emocional. Básicamente, habla de una falta de armonía en el sistema nervioso y emocional, quizá un desencanto con la vida.
2. Dilatación pupilar
Suele indicar un exceso en el sistema neurovegetativo, que indica generalmente síntomas psicosomáticos. Entre ellos problemas relacionados con el estrés, el miedo, u otras emociones fuertes.
3. Esclerótica amarillenta
Esta membrana es lo que llamamos “el blanco del ojo”. Cuando, en lugar de estar blanca se muestra un poco amarillenta anuncia enfermedades como la hepatitis, la anemia o la ictericia.
4. Mancha en la córnea
La córnea es el tejido transparente que cubre el iris y la pupila. Si aparece en ella una mancha blanca, puede indicar la presencia de un herpes.
5. Retina hinchada
La retina es la capa de tejido sensible a la luz que se encuentra en la parte posterior globo ocular. Si aparece hinchada puede ser síntoma de diabetes.
Con información de Bioguía