Los accidentes en casa pueden ocurrir en cualquier momento, por ello es importante estar preparados y saber de primeros auxilios, en este caso ante una lesión por quemadura.
Una quemadura es el resultado del contacto de los tejidos del organismo con el calor y pueden ser de primero, segundo y tercer grado, dependiendo del agente causal (quemaduras térmicas, químicas, eléctricas y biológicas).
De acuerdo al manual de Protección Civil en Movimiento, para el tratamiento de quemaduras en el hogar por accidentes en la cocina, con la plancha, los cerillos, el encendedor, con productos químicos o con aparatos electrónicos, lo primero que tenemos que hacer es calmarnos o tranquilizar a la persona afectada, ya que el nivel de cuidado que una quemadura necesita depende de cuán extenso sea el daño sufrido por los tejidos.
-No retirar nada que haya quedado adherido a la quemadura.
-No aplicar lociones ni ungüentos a la lesión.
-No romper las ámpulas.
-No retirar la piel desprendida.
-No tocar el área lesionada
Posteriormente, colocar la parte lesionada bajo el chorro de agua fría durante 15 minutos o más si persiste el dolor, para lo cual se puede utilizar el lavabo, la regadera o la manguera del jardín.
Es importante utilizar agua fría, no hielo, porque el frío extremo del hielo puede lesionar aún más el tejido.
Finalmente, cubrir el área lesionada con un trapo o una prenda limpia y si es necesario acudir con un médico inmediatamente.
CLASIFICACIÓN DE LAS QUEMADURAS POR SU PROFUNDIDAD
Epidérmicas o de primer grado: En esta quemadura solamente está lesionada la capa más superficial de la piel, la epidermis. Sus signos y síntomas incluyen enrojecimiento de la piel, la cual puede estar ligeramente hinchada o dolorosa al roce.
Dérmicas o de segundo grado: Estas quemaduras abarcan toda la epidermis y la dermis. Sus signos y síntomas son dolor, hinchazón, piel de color rojo intenso, ampollas y una apariencia de mancha.
Quemaduras de espesor total o de tercer grado: Estas quemaduras son fáciles de reconocer, son producidas por exposición prolongada a líquidos muy calientes, llamas, electricidad y a casi todos los agentes químicos fuertes. La piel se levanta, luce carbonizada o tiene una apariencia blanca y seca; deben ser evaluadas de inmediato por un médico.
Con información de Excélsior