¿Cuál es el origen del compromiso a rajatabla de Greta Thunberg? Nuestra casa está ardiendo, es el testimonio de una familia fuera de lo común. Vamos ahora con Brujas, una rompedora novela donde Brenda Lozano trastoca todos los convencionalismos.
Otro libro que hace tambalear la flaqueza de nuestro sistema, de justicia en este caso, es Cafeína, de Maite Azuela. La irreverencia y el humor ácido van por cuenta de la noruega Selma Lonning Aaro y su obra Ahora me toca a mí. Cerramos con la canadiense Rachel Cusk y Prestigio, título que contraviene los límites de la novela como género.
Greta Thunberg, Malena Ernman, Svante Thunberg y Beata Ernman. Nuestra casa está ardiendo. Trad. Mónica Corral y Martín Lexell. Lumen. 304 pp.
Esta historia, escrita por la familia Thunberg y narrada por la voz de la madre, la cantante de ópera Malena Ernman, comienza cuando la pequeña Greta cae en una depresión severa y deja de comer por el impacto de un documental sobre el cambio climático.
Sus padres emprenden una batalla feroz por su salud hasta que le diagnostican síndrome de Asperger, autismo de alto funcionamiento y TOC. Al poco tiempo, la hija menor, Beata, muestra signos de trastornos similares.
Este es el grito de auxilio de una niña para convencer, primero a los suyos y luego al mundo, de que la sociedad está tan enferma como el planeta y de que es urgente que reaccione. La narración de una familia moderna que supera su propia crisis desafiando una crisis global.
Brenda Lozano. Brujas. Alfaguara. 264 pp.
Paloma está muerta. Ha sido asesinada. Pero antes de ser Paloma, su nombre fue Gaspar. Antes de ser Paloma, Gaspar hacía ceremonias para curar a la gente, pero desde que se convirtió en Paloma, se dedicó a la vida nocturna con los hombres. Prefirió el amor a la purificación. Fue ella quien enseñó a Feliciana todo lo que sabe sobre la curandería. Con este aprendizaje, Feliciana descubre que, además de curar el cuerpo, también puede curar el alma por medio del lenguaje. Una novela que se sostiene en la impostura y en el cuestionamiento a un sistema moral obsoleto.
Maite Azuela. Cafeína. Emecé. 192 pp.
Cecilia sabe que su vida está en peligro, pero no puede detener lo que ha empezado. Su compañera Lucía está muerta y ahora ella tiene en su poder las pruebas que involucran a importantes políticos en el encubrimiento de una red de pornografía infantil, que opera con impunidad en las escuelas de la Ciudad de México. Inmersa en las cloacas de la política mexicana, su trabajo en la Comisión de Transparencia parece solo empeorar las cosas, pues la podredumbre toca a todas las esferas del poder y enfrentar al sistema es un acto casi suicida. A partir de testimonios reales la periodista construye una ficción que exhibe la impunidad del sistema de justicia.
Selma Lonning Aaro. Ahora me toca a mí. Lince. Trad. Ana Flecha Marco. 240 pp.
Julie sabe que un orgasmo es lo que pasa cuando su marido grita como un primate y deja caer su peso sobre ella. Julie también sabe arquear el cuerpo y emitir jadeos y grititos en el momento adecuado. Por desgracia, nunca ha tenido uno. Harta de esta situación, decide hacerse con Mr Rabbit, un vibrador que promete orgasmos en 30 días, y dedicarse al onanismo a tiempo completo. Pero la realidad no es tan fácil como la pintan en los sex shops. Un relato ágil sobre lo que se espera de las mujeres y lo que las mujeres esperan de sí mismas.
Rachel Cusk. Prestigio. Libros del Asteroide. Trad. Catalina Martínez Muñoz. 224 pp.
En un avión, una mujer escucha a su vecino de vuelo contarle la historia de su vida: su trabajo, su matrimonio y la horrible noche que acaba de pasar enterrando al perro de la familia. Esta mujer es Faye, una escritora que viaja a Europa para promocionar el libro que acaba de publicar. Ya en su destino, sus conversaciones con la gente que se encuentra le revelan al lector las más profundas inquietudes humanas sobre la familia, el amor, la política, el arte, o la justicia y la injusticia. La tensión entre lo que sus interlocutores son y lo que dicen ser se acrecienta a medida que la narración avanza. Una brillante indagación de los límites de las convenciones narrativas con la que Rachel Cusk ha reinventado la forma de escribir una novela hoy en día.