El Centro Dramático de Michoacán (CEDRAM), ubicado en la Casona Quinta Eréndira, en Pátzcuaro, Michoacán, es un espacio abierto a todo el público. Su objetivo es descentralizar la cultura para llevarla a poblaciones vulnerables, poniendo como base el teatro para que la gente se acerque al arte.
Surge en el año 2003, a través de un acuerdo entre los gobiernos Federal y Estatal y La Casa del Teatro, la cual se encarga de la organización y promoción del centro, ofreciendo alternativas artísticas a poblaciones que difícilmente tienen acceso a la cultura y, al mismo tiempo, brinda oportunidades para nóveles artistas.
Naolli Alejandra Eguiarte, directora operativa de CEDRAM, revela en entrevista que el proyecto tiene como eje principal crear teatro comunitario en zonas alejadas del centro de Michoacán, en especial las que se encuentran en condiciones de vulnerabilidad, facilitando el acceso a los habitantes a eventos culturales.
“Ver la expresión de la gente la primera vez que entra al teatro es el mejor regalo que nos han dado”, cuenta la entrevistada.
El equipo que colabora en el centro se conforma de varias personas encargadas de la producción: iluminadores, ingenieros, productores, directores y guionistas; además de actores y actrices, egresados de la licenciatura de Arte Dramático, quienes se renuevan por convocatoria, la cual abre cada seis meses y busca talentos michoacanos y de todo el país. Al momento, integran la agrupación nueve actores y actrices.
Bajo el lema “el teatro y la cultura son un derecho universal”, ofrecen una cartelera variada para todo tipo de audiencias. Esto, aunado a largas faenas de ensayos y preparación, los ha posicionado en el gusto de los michoacanos quienes disfrutan de sus montajes teatrales.
Sus presentaciones, cuya base es el teatro trashumante ―teatro móvil―, se dan a través de dos vehículos: Rocinante y Xanharati. En el primer caso se trata de un tráiler adaptado con luz y sonido que se transforma en un pequeño teatro; mientras que Xanharati es una versión más sencilla, donde utilizan un autobús para transportarse y el escenario se coloca al aire libre, en plazas públicas o terrenos.
“En las presentaciones, los actores forman relaciones amistosas con los niños, cuando regresamos preguntan por los actores”, comenta Eguiarte.
Con determinación, la cual se prueba a través de sus más de 17 años de trayectoria, el Centro Dramático de Michoacán ha recorrido casi la mitad de los municipios del estado, brindando una cartelera cultural variada. Para este año, tienen el objetivo de avanzar en más territorios, a fin de cumplir con su misión de usar el arte como vehículo para la transformación de la sociedad.
El CEDRAM también cuenta con el teatro en el aula, kamishibai, y la iniciativa ¡Vamos al teatro!, donde se transporta a los habitantes de poblaciones cercanas a Pátzcuaro, de manera gratuita, hasta el teatro Lázaro Cárdenas, donde se trabaja para crear con el público experiencias de teatro, danza, música y cine.
Cabe destacar que La Casa del Teatro, fundadora del CEDRAM, posee otras iniciativas, por ejemplo el Diplomado Intensivo de Actuación Dramática para la Profesionalización Teatral, en un formato semipresencial, el cual provee a los alumnos de información teórica y práctica para profesionalizar su labor.
De igual forma, ofrece, para públicos de avanzada edad, el taller de memoria escénica, el cual pretende rescatar la memoria personal y comunitaria a través de las experiencias de sus participantes.
Los talleres se llevan a cabo en la Casona Quinta Eréndira, sede del centro, así como en diversas comunidades donde se encuentran de gira.