Un sismo 5.0 de magnitud en la escala abierta de Richter sacudió Filipinas la noche de este martes, según informó el Servicio Geológico de EE.UU. (USGS, por sus siglas en inglés) a 10 kilómetros de profundidad.
El epicentro del movimiento telúrico se ubicó en el mar, unos 44 kilómetros, al sur-suroriente de Uuyugan, en la isla de Batán, de unos 13 mil habitantes y la mayor de la provincia de Batanes, en el estrecho de Luzón, sin que hasta el momento se reporten daños o víctimas fatales.
El temblor estuvo precedido de varios sismos entre 4.3 y 5.0 grados en la zona del océano Pacífico en Filipinas, Indonesia y Micronesia.
En 2019, un terremoto de magnitud 6.5 sacudió la isla de Mindanao, en el sur del país, cerca de donde otro fuerte seísmo dejó ocho muertos, dos desaparecidos y unos 400 heridos.
El epicentro del movimiento telúrico se situó a 10 kilómetros de profundidad y a unos 15 kilómetros de la población de Bansalan, a lo que posteriormente sucedió un terremoto de magnitud 6.6 a 25 kilómetros de Tulunam, en la provincia de Cotabato, que causó la muerte de siete varones y una mujer, mientras dos personas permanecían desaparecidas a raíz de un corrimiento de tierra.
Un total de 25 mil 630 personas se vieron afectadas por el terremoto en todo Mindanao, de las que 12.760 fueron refugiadas en alguno de los 19 centros de evacuación disponibles en las zonas afectadas, y que también causó cuantiosos daños en escuelas, hospitales y más de 2 mil viviendas.
Filipinas se asienta sobre el llamado “Anillo de Fuego del Pacífico”, una zona de gran actividad sísmica y volcánica que es sacudida por unos 7 mil temblores al año, la mayoría moderados.
En el sur de Mindanao, Batanes y la región oriental de Bicol se registran temblores de magnitud superior a 5 en la escala de Richter de manera esporádica