Como parte del Plan Integral de Contingencia, para inhibir la apertura de locales en los que no se venden productos de primera necesidad en la Central de Abasto, fue robustecido el operativo sanitario en el que participaron instancias municipales y estatales, para verificar que se estén acatando las disposiciones sanitarias en cada uno de los establecimientos.
La misión del pasado fin de semana, registró la visita a 130 bodegas de las que trascendió el cierre voluntario de dos locales, una comercializadora de plástico y una dulcería; ambas catalogadas como mercancía no esencial.
“El único fin es proteger la salud de los clientes y de los propios mercaderes”, aseguró la responsable del Comité Municipal de Seguimiento y Asesoramiento Covid-19, Adriana Urbina Aguilar.
Añadió que: “el cierre de locales que no tienen mercancía considerada como esencial, la sana distancia, aplicación de gel antibacterial y la no acumulación de personas, son las disposiciones sanitarias que deben respetar”.
En el operativo participaron por el Ayuntamiento de la Capital: el Sistema DIF; Comercio; Fuerzas Municipales, Policía Vial y Protección Civil; además, la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos -Coepris- y la Policía Metropolitana.
La agrupación gubernamental, explicó Adriana Urbina que se desplazó en 4 células de vigilancia por distintos puntos del centro de abasto, para supervisar que tanto locatarios como clientes, no quebrantaran las disposiciones oficiales que buscan disminuir las posibilidades de contagio de Covid-19.