La comunidad musulmana concluyó la celebración del Ramadán en medio de las restricciones del brote de COVID-19, ya que la mayoría de las mezquitas están cerradas y no pudieron realizar el rezo colectivo que marca la culminación del mes del ayuno.
Se estima que alrededor de 2 mil millones de personas en el mundo profesan esta religión, por lo que se hizo un llamado a no congregarse ya que las pocas mezquitas abiertas no pueden garantizar medidas de distanciamiento social.
Con información de ADN40