El Museo Nacional de la Máscara, exhibe en una de sus salas la “Danza de los Quetzales”. Esta danza de origen precortesiano, sufrió algunos cambios tanto en el contenido como en los trajes con la llegada de los misioneros al tratar de eliminar todo lo pagano.
Esta danza, se lleva a cabo en los atrios o plazas donde previamente se ha instalado un mecanismo giratorio en forma de cruz a manera de aspas de molino de viento. Los danzantes que suelen ser siete, realizan pasos dibujando con los pies el signo de la cruz. Posteriormente los quetzales se despojan de sus grandes penachos y cuatro de ellos suben a las aspas giratorias que son impulsadas por su propia fuerza hasta convertirse en una rueda de color vertiginoso.
Es originaria de la Sierra norte del estado de Puebla, pero también se baila en algunas localidades del Estado de Veracruz. En la época prehispánica era dedicada al sol, rasgo que aún tiene en la corona que portan los danzantes en la cabeza.
Existen dos teorías de su origen; la primera porque antiguamente las coronas de los danzantes se elaboraban con plumas del ave quetzal, otra dice que la danza toma su nombre porque se baila en la región de Cuetzalan, Puebla.
La música se toca con una flauta de carrizo y tamboril, siendo tocados los dos instrumentos por un solo hombre. Normalmente en el vestuario se colocan maracas que también participan en los instrumentos.
Para conocer de manera virtual una muestra del vestuario de esta danza en particular, la Secretaría de Cultura de San Luis Potosí invita al público que así lo desee a dar un clic en: https://goo.gl/maps/MQcGmSgzUV9hCyC3A