Desde los primeros conciertos cancelados en Asia a principios de año, hasta la llegada de la pandemia a América para provocar cancelaciones masivas de eventos a causa de la cuarentena. Mucho se ha hablado del futuro de los festivales y conciertos. ¿Cuándo regresarán?, ¿cómo regresarán? Las respuestas ya se empiezan a conocer.
¿Pero qué pasa con todos los otros fines de semana que millones de personas salen a divertirse a un antro o a un rave? Las respuestas las podemos encontrar en Asia.
Con la mayor parte del mundo practicando el distanciamiento social desde hace meses, muchas personas ya fantasean con la idea de las primeras fiestas post pandemia. Sin embargo, ¿estamos seguros a qué nos enfrentaremos?, ¿cómo va a cambiar la escena nocturna?, ¿será seguro algún día regresar al antro?
China y la experienca
Una mirada hacia China, revela que poco a poco la vida nocturna regresa a querer ser lo que era antes. A partir de marzo, los clubes selectos de todo el país comenzaron lentamente sus operaciones después de un período de cierres forzosos. “Las últimas semanas han sido bastante extrañas”, dijo Gaz Williams, fundador del club Shelter y ALL con sede en Shanghái, dos lugares innovadores para la música underground en la ciudad.
Williams informa que cada fin de semana que pasa es la “noche más ocupada (desde la reapertura)”. Sin embargo dice que el aumento es lento y que la asistencia sigue siendo menor que antes de la cuarentena. Algo que también ha cambiado, cuenta Williams, son las horas en las que la gente se queda en el antro. “Los asistentes generalmente llegan y salen del club antes de lo normal”.
Aunque poco a poco la normalidad parece querer regresar, ese lugar está aún muy muy lejos de ser. Los antros en China han implementado controles de temperatura en la entrada de manera obligatoria. En cuanto su experiencia, Williams también ha dado instrucciones a su personal que el lugar no debe estar “demasiado lleno”. Así que muy probablemente es momento de despedirnos de los clásicos atascones de los antros en las noches.
“Las primeras (noches de antro posteriores al cierre) tuvieron unos pocos DJs y precios de entrada gratuitos o muy bajos”, dice Kim Laughton, artista y diseñador 3D que reside en Shanghai y ha trabajado con PC Music, Fade To Mente y Mechatok, por nombrar algunos. “Al principio, aunque era bastante seguro, la gente no quería salir. Supongo que las personas tardan un tiempo en sentirse cómodas después de todo este estrés”.
Aquí surge la pregunta si funcionará igual en México. ¿Los precios de los covers bajarán para atraer clientes o subirán por la alta demanda y la reducción de capacidad en favor a las medidas de seguridad? Cada antro tendrá que ver qué es lo que mejor les funciona, ya que a la fecha no hay una forma específica para hacer las cosas.
Corea del Sur y los riesgos
Corea del Sur es de los países que mejor ha controlado el brote de coronavirus, en gran parte gracias a sus medidas de control ejemplares. Sin embargo este mes se pusieron a prueba otra vez después de que el país relajó las restricciones de cuarentena a medida que el número de casos nuevos diarios se redujo a un solo dígito.
Un nuevo brote de coronavirus resurgió en el país luego de que varias personas que visitaron antros y clubes nocturnos en Seúl dieron positivo por el virus.
Después de que miles de coreanos estuvieron de fiesta durante el primer fin de semana de mayo, comenzaron a denunciarse docenas de nuevos casos de COVID-19 cada día en el distrito de entretenimiento Itaewon. Una especie colona Roma o Condesa en la Ciudad de México. Este grupo de infecciones que amenazaba con catalizar otro brote en todo el país.
En dos semanas, los funcionarios surcoreanos lograron rastrear a 46 mil personas que tuvieron contacto con la escena nocturna y los examinaron para detectar COVID-19. Más de 160 personas dieron positivo y fueron aisladas y tratadas en consecuencia. Para el 18 de mayo, los nuevos casos domésticos diarios del país habían vuelto a caer a sólo nueve.
Sin embargo Latinoamérica no funciona igual que Corea del Sur. Ellos atribuyen su éxito de coronavirus al uso de la tecnología de la información y las comunicaciones, lo que permite a las autoridades realizar un seguimiento de contactos, difundir información sobre el brote y realizar pruebas exhaustivas a casi toda su población.
¿Qué podemos aprender de ambos casos?
En comparación con el progreso que China y Corea del Sur han logrado al limitar el brote, otros países del mundo occidental aún tienen un largo camino por recorrer.
El nuevo brote en Corea del Sur nos enseña que todos los países, incluso una vez que hayan controlado sus epidemias, deben permanecer alertas. “Un solo caso en cualquier lugar podría conducir a un brote”, dijo el Dr. Gavin Yamey , director del Centro de Impacto de Políticas en Salud Global en el Duke Global Health Institute.
“Es probable que los países continúen experimentando brotes y probablemente necesiten volver a aplicar medidas de distanciamiento social como un ‘extintor de incendios’ para volver a cerrar los casos”.
Las razones por las cuales China y Corea del Sur pudieron detener su aumento de casos entre febrero y marzo son complejas, pero las restricciones tan estrictas sobre los movimientos de sus ciudadanos han permitido al país abrir negocios antes que en Europa y América. La línea de tiempo para la reapertura de antros y bares en estos continentes casi no tienen comparación.
Esto no significa que no vayan a abrir los antros. Lo harán, y de alguna manera como nos lo muestra China, las cosas regresarán paulatinamente a ser lo que eran antes. Podremos salir de fiesta y podremos distraer la mente con noches de baile, sin embargo la ansiada “normalidad” y un estado de seguridad absoluta se ven muy lejos aún.
Con información de Mario Durán/Sopitas.com