Seguro has leído sobre las llamadas casas abandonadas en Japón que están disponibles para que cualquiera pueda adquirirlas, y aunque podría parecer un sueño sencillo, en realidad tiene sus complicaciones.
Son incontables los artículos que han surgido con el encabezado: “¡Casas gratis en Japón!”, después de que se hiciera mainstream la noticia de que el país contaba con una gran cantidad de hogares que han sido abandonados, ya sea por desinterés de los dueños originales (quienes suelen mudarse a zonas urbanas), por querer evitar pagar los impuestos de la propiedad, o porque simplemente la casa ya no se encuentra en condiciones apropiadas y los propietarios ven más viable darle ese terreno a otra persona, que encargarse del costo de una reconstrucción.
Esto suena ideal, ¿cierto? Mudarse a Japón por el módico precio de cero pesos, dólares o yenes. Sin embargo, revisando los sitios, tomando testimonios de distintas personas que han intentado adquirir uno de estos hogares, y de expertos de bienes raíces en el país nipón, al parecer no es tan sencillo, o no es lo que parece. Aquí lo explicamos.
Primero: es cierto que hay listados de casas en Japón a precios de 0 yenes, los cuales son casas abandonadas.
Algo que se menciona constantemente cuando se habla de estos espacios (denominados Akiya) es que estas propiedades consisten el 13% de las viviendas totales de Japón, un número considerablemente alto, provocado por el envejecimiento de la población, la migración y la baja tasa de natalidad. De hecho, según el Ministerio de Asuntos Internos y Comunicaciones, para 2033 se espera que 30% de todas las propiedades se encuentren vacías o abandonadas.
Las zonas principales en las que se encuentran estos Akiya son en zonas rurales o en pueblos alejados de las ciudades, debido a la migración a las áreas urbanas. Por lo tanto, los gobiernos buscan “rescatar” esas zonas que se están viendo vaciadas, ya que si no se logra hacer, algunas de esas localidades desaparecerán en un futuro al no lograr un sustento económico considerable.
Por ese motivo, cuando se venden esos espacio se busca que quienes lo habiten tengan propuestas para impulsar la economía de la zona (lo cual puede ser complicado, considerando la baja población). Esta es una de las cosas que debemos considerar si queremos adquirir una propiedad Akiya.
También existen propiedades en las grandes ciudades como Tokio, pero hablaremos de eso en un momento.
Otra cosa que se debe tomar en cuenta, es que en realidad de ese 13% de casas sin habitante, sólo un pequeño porcentaje está a la venta. El resto son propiedades en renta y otros no tienen un dueño identificado, por lo que es difícil lograr una transacción.
Japón
¿Como extranjero puedo adquirir uno de estos hogares gratuitos?
El precio de 0 yen principalmente es simbólico, y aunque –en efecto– la propiedad resulta gratuita, todo el proceso de transferencia, sumado al costo de los impuestos, gastos administrativos, la comisión del agente de bienes raíces y hasta la renovación podrían resultar en una cantidad que incluso podría parecerse al de una casa normal.
Muchos de los Akiya son propiedades en estado deplorable, por lo que en algunos casos, el comprador debe comprometerse a realizar una fuerte renovación. Sólo aquellos que busquen realizar una renovación que impulse la economía de la zona recibirán asistencia del gobierno.
En otras instancias, el comprador tendrá que comprometerse a vivir de forma permanente en el hogar, lo cual puede ser complicado dependiendo de qué tipo de visa tenga la persona que busque comprar. Se requiere una permanente o semi-permanente para poder habitarla (aunque también recomendamos consultar en cada caso con la Embajada de Japón en el país del que sea originario).
En el caso de las zonas rurales, puede que haya algunas restricciones, ya que el nuevo propietario tendría que comprometerse a dedicarse a producir las tierras que se adquieran. Si las propiedades vienen con tierras de cultivo, estas deben usarse. El espacio será analizado y el gobierno ofrecerá ayuda, revisando constantemente si se está trabajando.
Asimismo, en algunas zonas, incluyendo Tokio y las ciudades grandes del país, los Akiya no son realmente gratis, sino que primero se rentan a las personas por un periodo de 20 años o un poco más, a un precio cercano a los 350 dólares al mes (cerca de 8 mil pesos mensuales), y después de ese tiempo se transfiere la propiedad al habitante. El precio puede subir dependiendo de la zona, pero en realidad no es gratuito sino que se paga un precio considerable a lo largo del tiempo. Si el comprador puede vivir un largo tiempo en ese espacio, pagando esa cantidad, está solucionado su problema. Estas propiedades por lo general no necesitan renovaciones.
En cualquiera de los casos, el interesado debe revisar todos los permisos que se necesitan, desde la visa hasta los derechos de propiedad. Se recomienda el caso de la renta ya que es más confiable y no requiere una fuerte inversión para recuperar por completo una casa. Si vives fuera de Japón, consulta con la embajada y planea. No es un asunto de un día, pero puede valer la pena.
Aunque existan “casas gratis” en Japón, en realidad no lo son, especialmente aquellas que están en condiciones deplorables. Las rentas son una inversión perfecta ya que permite habitarlas mientras se paga el hogar.
Si quieres ver Akiyas disponibles puedes entrar a Akiya-AtHome.jp, pero advertimos: está en japonés. Sería buena idea aprender el idioma antes en pensar adquirir una casa. Resultaría más sencillo.
Con información de GQ