Cada vez son más personas que buscan una trabajo aprovechando las vacantes que se anuncian en Internet. Se ha pasado de la entrega persona a persona de una solicitud de empleo al envío de un currículum en formato digital. Usar herramientas digitales o ser competente en el manejo de redes sociales te puede dar un punto extra ante distintas empresas, que buscan personas con un enfoque que se adapte a los cambios tecnológicos y entienda que las situaciones cambian y hay que renovarse constantemente.
Sin embargo, debes tomar en cuenta que tener redes sociales puede convertirse en un arma de doble filo: ser popular en Facebook no necesariamente te convertirá en el mejor candidato para un trabajo, y te diremos por qué.
De acuerdo con OCC, alrededor del 43% de los reclutadores en Estados Unidos busca información en redes sociales para conocer más sobre sus postulantes y decidir si los contratará o no.
De cada 3 empleadores, al menos uno quitará de su lista a aquellos aspirantes que no los hayan convencido por lo que tienen publicado en sus perfiles.
Y no sólo son las redes sociales, tambien hay perfiles en línea que puedes usar como escaparate para ‘vender’ tus cualidades como trabajador. Esto es lo que debes considerar:
- Los empleadores quieren saber sobre la persona, no sólo sobre el trabajador. No importa si te graduaste con honores en la mejor universidad de tu país o traes las mejores recomendaciones laborales, si tus redes sociales indican que no compartes ciertos valores o actitudes apreciados por la empresa, no te llamarán para colaborar con ellos.
- Tus redes sociales SON PÚBLICAS. Creer que no pasa nada por las ‘travesuras’ que hiciste y después publicaste en Internet o redes sociales puede ser muy perjudicial. Si tienes eventos o cosas que quieras conservar como privadas, sencillamente no las publiques.
- Aprovecha tus perfiles en línea para darle un ‘empujón’ a tu carrera. Usar plataformas como Linkedin para describir tus cualidades está muy bien, pero, ¿qué tal si también usas tu perfil de Facebook o Twitter para mostrar, por ejemplo, que eres un buen chef, haces (o editas) fotos con calidad, o eres excelente arreglando cosas? Conviérte tus perfiles en tu tarjeta de presentación.
¿CÓMO SABER CUÁL ES TU IMAGEN EN INTERNET?
Antes de hacer cualquier cambio, requieres saber cómo te ven los demás en el inmenso mar de información que es Internet. Es muy sencillo: googléate’. Sólo abre el buscador y pon tu nombre. Si se trata de uno muy usado en tu país, puedes agregar palabras clave y poner comillas para localizarte mejor. Por Ejemplo: “Juan López” abogado Villahermosa.
Así sabrás qué tanta información hay sobre ti. Tal vez encuentres a otras personas con el mismo nombre y con la misma profesión u oficio. Si es así, tal vez deberías buscar como resaltar tus virtudes y destacar sobre otros. Si te ‘googleas’ y aparecen tus redes sociales (y es muy probable que lo harán) trata de mirarte como si estuvieras viendo con los ojos de alguien más, específicamente de un empleador, y pregúntate: ¿son agradables las publicaciones? ¿Dicen cosas buenas de mí o me hacen ver mucho o poco interesante, o profesional?
De la información anterior puedes empezar a analizar si tus redes sociales tienen los elementos para que seas considerado un buen canditato para una empresa. Si la respuesta no te gusta mucho, empieza a cambiarlas ANTES enviar tu CV a todas las vacantes que te interesen.
¿Y QUÉ HAGO PARA CAMBIAR MI IMAGEN?
- Borra las publicaciones negativas. Tal vez el video de esa fiesta que subiste hace un par de años tuvo muchos like, pero ahora te hace ver un poco inmaduro. También deberías considerar si vale la pena conservar esas publicaciones con un lenguaje pasado de tono o donde te burlas de alguien más.
- Ajuste de cuenta. Checa quiénes pueden ver tus publicaciones y qué tanto pueden ver de ellas. Tal vez sea momento de poner como ‘privados’ algunos contenidos. Y sobre todo, revisar qué dice el Aviso de Privacidad de las plataformas.
- Protege tu información. No olvides que en las redes sociales puedes, hasta cierto punto, controlar quién puede hallarte con solo teclear tu nombre, o cuáles carpetas de fotos puedes mantener restringidas. Además, hay forma de que evites que te localicen en Google y autorizar o no que se tenga acceso a publicaciones en las que te etiquetaron.
- Lo positivo nunca pasa de moda. Puedes empezar a publicar cosas que generen un estado de ánimo más optimista o positivo: aunque no lo creas eso causa buena impresión en quien investiga sobre ti.
- Comparte cosas interesantes, no sólo memes. No es malo el humor en nuestro perfil de red social. Sin embargo, si quieres que tu posible empleador vea que eres una persona preocupada por temas de interés general y serio, prueba publicar artículos de provecho para otros. Una buena idea es subir las fotos de algún curso o taller en el que hayas participado.
- Ser invisible en redes sociales no es una opción. No elimines tus cuentas en redes sociales sólo porque piensas que es mejor ‘desaparecer’ del mapa. Se trata de encontrar un equilibrio, de que tu perfil sea un escaparate para que tus cualidades luzcan, y además, en esta época todas las personas usan un perfil. Seguramente el reclutador verá extraño que no tengas uno.
Con información de Mi Bolsillo