Diversos estudios revelan que las mujeres no están llegando a puestos directivos en la fuerza laboral. Una experta comparte estos consejos prácticos.
¿En dónde estamos en términos de liderazgo femenino? Según Fortune 500 –la lista que clasifica a las 500 corporaciones más grandes del mundo– en el 2019 de los 500 directores ejecutivos que lideran estas empresas, poco menos del 7 por ciento son mujeres.
Por otro lado, Harvard Business Review publicó su lista de los mejores directores ejecutivos de 2019 y de los 100 CEO’s globales que figuraban ahí, solo cuatro eran mujeres. Ok, sabemos que estas noticias –no tan nuevas– siguen siendo desalentadoras en términos de brecha de género, lo que nos lleva a preguntarnos, ¿qué está pasando?
Mientras que los hombres tienden a disfrutar de una (sana) competencia, las mujeres tienden a evitar esto y los conflictos en general.
Es una realidad: las mujeres no están alcanzando un lugar en la mesa de la codiciada C-Suite –término que refiere a los ejecutivos senior más importantes en una empresa–. Sin embargo, podríamos irnos no tan lejos y pensar en todos los niveles gerenciales y de liderazgo que las mujeres tampoco están alcanzando. Según un estudio de Harvard Business School, las mujeres –en comparación a los de los hombres– ven el avance profesional como igualmente alcanzable, pero menos deseable.
Esto es debido a que lo ven de manera diferente: las mujeres tienen más metas de vida que los hombres. Si esto se aplica por completo a cada mujer es completamente subjetivo, ya que también hemos visto un grupo creciente de mujeres en la fuerza laboral. Chen Chunhua –académica y profesora de diversos programas universitarios en China– sintetizó con base en su experiencia algunas posibles razones por las que las mujeres no están llegando a puestos directivos y de liderazgo femenino sigue mermado. Si consideras que este podría ser tu caso, quizá sea momento de prestar atención a ciertas habilidades profesionales.
Búsqueda de un perfeccionismo excesivo
¿Cuántas veces no hemos escuchado la frase “soy un o una perfeccionista”? Seguramente con más frecuencia de la que nos gustaría admitir. Si bien esta idea data de algunas décadas atrás, se vio en su momento como un buen síntoma de trabajo. Sin embargo, según Chunhua “en la búsqueda de la excelencia, las mujeres a veces pueden quedar atrapadas en sus propios altos estándares autoimpuestos”.
Es decir, claro que es importante establecer estándares de excelencia pero, en ocasiones, estos llegan a nublar los juicios realistas e impedir que las mujeres actúen como líderes y sean vistas de esta misma manera.
Establecer un punto (y defenderlo)
Según la académica china, mientras que los hombres tienden a disfrutar de una (sana) competencia, las mujeres tienden a evitar esto y los conflictos en general. Esta situación lleva a que, en ocasiones, muchas mujeres quieran evitar “malentendidos” con la finalidad de no dañar relaciones que podrían ser personales.
Muchas de las veces, se considera que los hombres logran reparar dichas relaciones más fácilmente que las mujeres en referencia a conflictos en el trabajo. Aquel dicho de “no tomar las cosas personales” cobra relevancia.
Mejorar inteligencia emocional
Si bien es claro que las mujeres suelen lidiar con muchas más responsabilidades –no solo en el trabajo, sino en el hogar–, el reconocimiento pleno de esto es una conversación que debe suceder más abiertamente en la fuerza laboral. Hacer visible estas situaciones y tomar el control sobre ellas es fundamental para toda mujer que busque ascender. “La fuerza psicológica y la estabilidad emocional son extremadamente importantes en el papel de un o una CEO” dice Chunhua, aunque es claro que todas las situaciones externas pueden ocasionar que sea más difícil mantener la fortaleza psicológica necesaria para un buen liderazgo.
Síndrome del impostor
Recluta personas que sean mejores que tú
En ocasiones –tanto hombres como mujeres– pueden verse recelosos de atraer más talento. Sin embargo, el liderazgo en todos los sentidos implica trabajar con un talentoso equipo. “Un equipo fuerte es la clave del éxito. Debes buscar constantemente los mejores talentos, conquistar tus propias inseguridades, empoderar a otros y generar confianza para ayudar a todos a mejorar”, asegura Chunhua.
Con información de Vogue