Todos estamos expuestos al estrés provocado por nuestros cambios de rutina. Estos simples trucos te ayudarán a disminuirlo.
Cuando se trata de reducir el estrés, no hay fórmulas mágicas. Sin embargo, es un hecho que todos estamos expuestos al estrés a causa de la carga de trabajo, las largas jornadas sentados frente a una computadora o la misma situación de incertidumbre que se vive en la actualidad. No obstante, siempre podemos encontrar actividades en casa que nos ayuden a mitigar el estrés relacionado a nuestros cambios alimenticios, actividades físicas y de salud mental.
¿Cada cuánto analizas tu nivel de estrés? Es más, ¿de qué manera lo identificas? ¿cómo se hace presente en tu cuerpo? A veces, olvidamos pensar en aquellos detalles que pueden ser focos rojos –el estrés, por ejemplo, se puede manifestar en la piel–. Hay que reconocer que este padecimiento se llega a camuflar en nuestra rutina diaria. En ocasiones, nos engañamos pensando que no lo sufrimos, no obstante, hay aprender a escuchar a nuestro cuerpo e interpretar aquellas señales que nos manda; por ejemplo, los dolores de cabeza frecuentes, el insomnio o ciertos cambios hormonales. Todas estas son señales que estamos sumergidos en estrés y quizá no nos damos cuenta. Aquí te compartimos algunas actividades que pueden ayudar a disminuirlo. Pruébalas y notarás cómo tu cuerpo se relajará paulatinamente.
¿Qué puedes hacer para reducir tus niveles de estrés?
Es importante encontrar aquellos momentos para relajar nuestros sentidos sin pensar en nada más.
Contacto con la naturaleza
Investigaciones sugieren que el contacto con la naturaleza o, incluso, estar cerca de las plantas es bueno para el estado de ánimo. Se dice que las plantas promueven la salud, la felicidad y la productividad cuando están presentes en el interior de los edificios. Según un estudio publicado por el Journal of Physiological Anthropology de Estados Unidos, la interacción activa con las plantas puede reducir el estrés fisiológico y psicológico. Comienza creando un pequeño huerto o un jardín –incluso en alguna esquina de tu departamento si no tienes espacio– y plantando flores, estas revitalizan el aire y la humedad.
Una rutina apropiada de ejercicio
Sí, aquí va otra razón más para ponerte de pie y mover tu cuerpo. Las largas jornadas frente al computador provocan estrés. Mantener una rutina de ejercicios te puede ayudar reducir las hormonas de estrés como el cortisol. También, ayuda a liberar endorfinas –aquellas sustancias químicas que mejoran el estado de ánimo y actúan como analgésicos naturales– y, por otro lado, puede mejorar la calidad del sueño. Lo mejor es que encuentres una actividad que te guste y disfrutes, recuerda que las dos primeras semanas serán de adaptación, una vez que tu cuerpo lo haga rutina, será más fácil.
Aprende a cocinar
Nada mejor que la cocina para aliviar el estrés. Es sabido que la cocina puede ejercer como un tipo de terapia conductual –algo similar a la música o la terapia artística–. La razón de esto es que el acto de cocinar no solo es meditativo por las acciones de picar, batir y demás, sino que también conduce a una dieta mejorada, lo cual es crucial para la salud mental. Por otra parte, hay un vínculo entre una dieta más saludable y niveles más altos de serotonina –la hormona de la felicidad–. Puedes comenzar preparando un menú especial los fines de semana.
Es sabido que la cocina puede ejercer como un tipo de terapia conductual. Libro Tu casa, Mi casa del chef mexicano Enrique Olvera.
Encuentra tiempo para ti
Enciende una vela, prepárate un té y toma un baño relajante. Es importante encontrar aquellos momentos para relajar nuestros sentidos sin pensar en nada más. Ya sea un sábado o domingo por la noche, toma al menos dos horas para disfrutar de tus mayores gustos o placeres.
Reduce tu consumo de cafeína e incrementa los antioxidantes
Nuestras dietas tienden a incluir comida con alto contenido en grasas, enlatados que contienen conservadores o bebidas con azúcares como los refrescos. Todo esto también tiene un impacto en nuestra mente y cuerpo y puede ser causante –con algunos otros detonantes– del estrés. Sin embargo, esto puede ser reducido a través de la ingesta de antioxidantes presentes en alimentos el aguacate, camote, espárragos, espinacas, tomate, brócoli, zanahoria, aceites (oliva, maíz, cártamo, soya), cereales, arroz integral, lentejas, yema de huevo, mantequilla, espinacas, cebolla, ajo, té verde, vino, manzanas, peras y los cítricos. Es recomendable incluir en nuestra dieta estos alimentos.
Retrasar tareas también tiene un impacto en nuestro bienestara emocional dado que se alojarán en nuestra mente hasta que se llegue a algún tipo de resolución. Es decir, cuando intentes hacer cualquier otra actividad, tu cerebro te recordará una y otra vez aquellas tareas inconclusas y esto causará estrés. La mejor manera de evitarlo es aprender a trabajar bajo prioridades, si te es más fácil, una lista diaria de pendientes puede ayudarte a establecer tiempos y espacios para cada actividad.
Sabemos que el estrés nos puede hacer perder el sueño. Y desafortunadamente, la falta de sueño también es una causa clave de estrés.
Sabemos que el estrés nos puede hacer perder el sueño. Y desafortunadamente, la falta de sueño también es una causa clave de estrés. Así, esto se convierte en un círculo vicioso que hace que el cerebro y el cuerpo se salgan de control. Por ello, asegúrate de obtener tu ciclo de sueño recomendado, es decir, de siete a ocho horas. Ayudarás a tu mente a iniciar mejor su día.
Con información de Vogue