La cultura mexicana encuentra en Anidem Medina Chávez, artista y profesionista de raíces guerrerenses, a una mujer que confía en el arte para eliminar estigmas.
En el estado de Carolina del Norte, en los Estados Unidos, crecen las semillas de nuestra cultura mexicana al ser una de las regiones en la que se concentra una fuerte comunidad de inmigrantes mexicanos. Con raíces acapulqueñas de padre y madre, Anidem Medina Chávez nació hace 22 años en la ciudad de Winston-Salem, Carolina del Norte.
Licenciada en Relaciones Internacionales, fotógrafa freelance y trabajadora en un invernadero en Atlanta, Georgia –ciudad donde reside actualmente– la cultura mexicana es una constante en el imaginario artístico, visual y paladar de Anidem. De los cuadros de Frida Kahlo a una barbacoa de res al estilo Guerrero, preparada por su mamá, México está siempre presente en una de nuestras protagonistas de la historia de portada de Vogue Julio. Demos paso a sus palabras y ese amor tan especial que tiene raíces con una identidad que se lleva en el corazón.
La cultura mexicana es una constante en el imaginario artístico, visual y paladar de Anidem Medina, una de las protagonistas de nuestra historia de portada de Vogue Julio .
¿Cuál es tu inspiración artística?
Cuando hablamos de fotografía, existe una gran variedad de cosas que me inspiran. Estas son influenciadas por el tiempo, mi humor y mis alrededores. Últimamente, he estado nutriendo mis necesidades creativas a través de andar en bicicleta en las calles, observando el ambiente, a las personas y las interacciones que estas tienen con la naturaleza que lo rodea.
Algo que me apasiona mucho es darle voz y apoyar el bienestar de las comunidades menos privilegiadas que encuentro y me rodean. No es ningún secreto que en Estados Unidos las comunidades de inmigrantes suelen sufrir de abuso laboral. Como mujer mexicana y estadounidense, el haber crecido en un área tan rural de E.E.U.U ha provocado en mí una visión dual de lo que ocurre a mis alrededores. Dentro de esta dualidad, encuentro mucha belleza, pero también mucha injusticia que me gustaría exponer y mejorar a través de mi arte y mi trabajo. A través de mis redes sociales, me gusta dar voz a estas comunidades de artistas locales, talentosos, únicos y diferentes al incorporarlas a mis redes sociales y darles un nivel más alto de exposición.
¿Cuál es el papel actual de un artista?
Creo fervientemente en que la acción más poderosa que puede hacer cualquier artista hoy en día es ser tú misma y mantenerte resiliente. La amenaza más grande para cualquiera que quiera minimizar o callar otras voces, es el individuo que no se permite ser silenciado a pesar de nada. Estamos en una época, en la cual hay un gran llamado para dejar atrás un estándar cultural masivo que buscaba homogeneizar a la gente y al arte. Queda en los hombros de nosotros los artistas y los creadores de contenido el romper el molde de lo que ya ha sido cimentado. El poder de conocerse a sí mismo, aunado con el poder de la colaboración y el apoyo hacia otros artistas es lo que nos sacará adelante.
Creo fervientemente en que la acción más poderosa que puede hacer cualquier artista hoy en día es ser tú misma y mantenerte resiliente
Como artista, lo más importante que puedes hacer para elevar tu propia voz y tu propio poder es crear esa visión para ti mismo. Vi en una entrevista a Meryl Streep, que cuando se le hizo la pregunta: “¿Cómo te convertiste en Meryl Streep?” Respondió: “Simplemente imaginé a la persona que quería ser, cómo vivía esa persona, sentía, pensaba, experimentaba, y me convertí en esa persona. Y al convertirme en ella me convertí en mí misma”. Esa es la forma más fuerte de encontrarse a uno mismo, de elevarse y mantenerse. No hay que perder el objetivo mayor que tenemos en vista. Todo a nuestro alrededor cambia, como bien nos lo ha comprobado el 2020, pero como artista, la creatividad, la colaboración y la resiliencia, es lo que destaca nuestras voces del ruido.
“Como artista, lo más importante que puedes hacer para elevar tu propia voz y tu propio poder es crear esa visión para ti mismo”, asegura Anidem Medina.
¿Existe un nuevo público para el mundo del arte?
Por mucho tiempo, es claro que había una preferencia hacia el arte occidental y europeo. La belleza se encontraba normalmente en aquellos individuos que eran de tez más clara. Hoy en día, hay un gran cambio, en el cual la gente ya no acepta eso como la normalidad. El mundo artístico está buscando dejar atrás esos estigmas y avanzando hacia un futuro más inclusivo, hacia la gente de color, la gente queer, la gente de todos los lugares, de todo tipo. Hay un gran deseo hacia esa normalidad, un gran llamado. Un llamado al cual Vogue está respondiendo, con el artículo en el cual he sido incluida, por lo cual estoy eternamente agradecida. Es un gran comienzo hacia una nueva gran etapa. Estoy muy emocionada por ver todo transformarse y crear un nuevo horizonte.
El mundo artístico está buscando dejar atrás esos estigmas y avanzando hacia un futuro más inclusivo…
¿Cómo puede ser el arte un agente de cambio?
Desde el principio de la historia, los humanos hemos utilizado el arte como una manera de conservar tradiciones, reconstruirlas, descomponerlas y recrearlas. La sociedad mexicana es explosivamente diversa, con su resiliencia y su belleza tan única. Y esta misma está procesando muchos cambios, muy rápidamente. Pero, al mismo tiempo, se encuentra sufriendo de mucha falta de educación y exposición a mayor diversidad mundial. El arte siempre es bueno para educar y enseñar el poder de la tolerancia. En México, existe mucha intolerancia hacia grupos ajenos al estándar católico. También, el país se encuentra muy plagado por racismo, feminicidio y homofobia. Lo mejor que puede traer el arte, es enseñar el poder de la tolerancia, de que existe belleza en todo, hasta aquello que es diferente a lo nuestro. Reconstruir la historia para unir y no dividir a través del medio artístico.
Hoguera, obra fotográfica de Anidem Medina.
¿Cómo celebras tu identidad?
He logrado aprender a celebrar mi identidad al jamás dejar que me afecten comentarios racistas o coloristas dirigidos a mí. Durante toda mi niñez y al crecer, la gente me decía que mi piel era “demasiado oscura”, o que debía evitar vestirme de ciertos colores porque para ellos no les parecía bonito.
Por fin, he llegado a aprender que la belleza es decidida por uno mismo y no por los demás. Me ha llevado muchos años desaprender y deconstruir esos estigmas mentales que se habían inculcado en mi mente, pero hoy por hoy me veo en el espejo y logro sentirme realmente hermosa a pesar de todo.
Con información de Vogue