La pandemia de coronavirus ha expuesto una confrontación entre expertos médicos sobre la transmisión de enfermedades que se remonta a casi un siglo: a los orígenes mismos de la teoría de los gérmenes.
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La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció esta semana que el coronavirus puede transmitirse mediante partículas diminutas que flotan en el aire, alinéandose en parte con más de 200 expertos en ciencia del contagio por vía aérea que se quejaron públicamente de que la agencia de la ONU no había advertido de este riesgo en sus recomendaciones.
De todas formas, la OMS insiste en que se necesitan pruebas más concluyentes de que el nuevo coronavirus, que causa la enfermedad respiratoria Covid-19, puede transmitirse por aire, una característica que lo pondría a la par con el sarampión y la tuberculosis y que requeriría medidas aún más estrictas para contenerlo.
“La lenta reacción de la OMS sobre este tema desafortunadamente está retrasando el control de la pandemia”, dijo Jose Jimenez, químico de la Universidad de Colorado que firmó la carta para pedir a la agencia que modificara sus guías.
Jimenez y otros expertos en transmisión por vía aérea han dicho que la OMS considera con demasiado apego la noción de que los que gérmenes se traspasan primariamente por contacto con una persona u objeto contaminado.
Esa idea es la base de la medicina moderna y rechaza explícitamente la teoría obsoleta del miasma que se originó en la Edad Media y que postula que los vapores venenosos emanados por organismos en descomposición causaban enfermedades como el cólera o la peste negra.
“Es parte de la cultura de la medicina desde inicios del siglo XX. Aceptar que algo se transmite por el aire requiere elevados niveles de evidencia”, dijo el doctor Donald Milton, aerobiólogo de la Universidad de Maryland y uno de los principales redactores de la carta.
Esas evidencias involucran estudios en que laboratorios de animales son expuestos al virus en el aire o investigaciones que comprueben que partículas virales pueden aparecer en muestras de aire.
Para la OMS, estas pruebas son necesarias porque aconseja a los países de todos los niveles de ingresos y recursos que tomen medidas más drásticas contra una pandemia que ha matado a más de 555,000 personas en todo el mundo, con más de 12 millones de infecciones confirmadas.
Por ejemplo, los hospitales deberían proporcionar más personal sanitario con máscaras respiratorias N95 de alta resistencia −un equipo de protección que ya escasea− y las empresas y escuelas tendrían que hacer mejoras en los sistemas de ventilación y requerir el uso de mascarillas en interiores en todo momento.
“Afectaría toda nuestra forma de vida. Y es por eso que es una pregunta muy importante”, dijo el doctor John Conly, experto en enfermedades infecciosas de la Universidad de Calgary que forma parte del grupo de expertos de la OMS que trabaja en las recomendaciones en torno al coronavirus.
Conly sostuvo que hasta ahora los estudios no han mostrado partículas viables de virus flotando en el aire. “En mi mente, quiero ver la evidencia en esas brumas finísimas”, señaló.
El más reciente documento guía de la OMS, publicado el jueves, llamó a que se realicen más investigaciones de la transmisión del coronavirus por vía aérea, que según afirmó “no ha sido demostrada”.
Con información de Forbes