El papa Francisco hizo este domingo un llamado a la comunidad internacional para que fomente la paz duradera en la frontera entre Azerbaiyán y Armenia, en la que se han vivido recientemente días de tensiones que han amenazado con reavivar el conflicto más antiguo del espacio postsoviético.
“Sigo con preocupación el recrudecimiento de las tensiones armadas en la región del Cáucaso, en la frontera entre Armenia y Azerbaiyán”, dijo Jorge Bergoglio, tras el rezo del Ángelus.
“Rezo por las familias de las víctimas que han perdido la vida. Espero que con el esfuerzo de la comunidad internacional y el diálogo de las partes se pueda llegar a una solución pacífica y duradera”, añadió.
Francisco también mostró su cercanía con “todos los que están enfrentando” las consecuencias económicas y sociales de la pandemia del coronavirus y especialmente con las poblaciones “que sufren aún más por las situaciones de conflicto”.
En este sentido, pidió que se respete la tregua global por la pandemia de la COVID-19 solicitada por la ONU, para que haya “paz y seguridad, indispensables para que se otorgue la asistencia humanitaria necesaria” a esas comunidades.
El conflicto entre Azerbaiyán y Armenia, enfrentadas desde 1988 por el control del territorio de Nagorno Karabaj, daba poco de qué hablar en los últimos años, con excepción de unos intensos combates en la zona de la república separatista en abril de 2016, que acabaron con la firma de un nuevo acuerdo sobre el cese de hostilidades y el restablecimiento del alto el fuego de 1994.
Rusia, Estados Unidos y la Unión Europea, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) así como el Grupo de Minsk de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) para el arreglo en Nagorno Karabaj -copresidido por Francia, Rusia y EEUU- han instado a las partes a volver al cumplimiento del alto el fuego.
Con información de EFE