Muchos creen que el cine de arte engloba sólo un tipo de cintas, pero para la crítica cinematográfica, involucra distintos tipos de narrativa y estilos completamente alejados de Hollywood.
Algunos argumentarían que no puede existir el “cine de arte”, ya que el cine en sí es un arte, considerado “el séptimo”, ya que engloba el resto de las expresiones artísticas es una sola. Sin embargo, desde hace varias décadas el término se ha popularizado y ha servido para señalar a determinadas obras cinematográficas que se alejan por completo de lo establecido por Hollywood y buscan crear algo distinto y más profundo, acorde a los ideales del inicio de la creación fílmica.
¿Qué es el cine de arte?
Los expertos en cine suelen referirse con “cine de arte” a las obras alejadas del entretenimiento Hollywood dirigido a las masas y que se enfoca más en la expresión del director, estableciendo ya sea con un realismo social, o un enfoque en lo metafísico como los sueños, los pensamientos y la perspectiva de los personajes. Por lo general su narrativa no es tan obvia o sencilla (a veces sin una meta clara) y le pide a la audiencia participar dentro del proceso artístico para llegar a sus propias conclusiones.
La razón por la que se separa de Hollywood y se le determina de arte, es porque el cine “dejó” su aspecto artístico al desarrollarse la industria del cine para las masas, simplificándolo y estableciendo una base constante para sus historias. El cine de arte busca ir más allá y evolucionar el arte.
Los siguientes son sólo algunos ejemplos de lo que se le puede considerar cine de arte, siendo algunas de las más importantes de la historia, con algunas recientes que se pueden encontrar muy fácil (y son mejores que las cintas de Netflix)
Rashomon – Akira Kurosawa
Akira Kurosawa es considerado uno de los genios más grandes del cine, saliendo de la convención del cine para establecer su propia visión. Rashomon es un thriller de crimen que sigue la historia del asesinato de un samurai, y presenta la versión de los hechos a través de distintos testigos, creando así una historia con varios narradores poco confiables, que además profundiza en diferentes aspectos sociales y culturales de Japón, sin mencionar que la cinematografía aún sigue siendo aclamada por su enfoque en la fantasía, la exageración del cine y las emociones a través de él.
Blowup – Michaelangelo Antonioni
Blowup es una cinta de misterio inspirada en el cuento corto de Julio Cortázar “Las babas del diablo” y sigue a un fotógrafo de moda en Londres, quien, después de un evento, está convencido de que presenció un asesinato, y trata de solucionar el misterio a través de sus fotografías. La obra es lenta y nos muestra el descenso del personaje en la obsesión, mezclado con los conflictos que sufre por su investigación. Sin embargo, la cinta carece de un claro clímax mostrando que la vida a veces no tiene respuesta, ni todos los eventos son significativos como nos ha enseñado el cine.
Solaris – Andrei Tarkvosky
Andrei Tarkovsky es otro de los genios más grandes del cine y revolucionó el cine soviético mezclando géneros, creando un estilo único. Solaris es su obra más representativa, basada en la novela del mismo nombre, la cual se enfoca en una estación espacial que orbita el planeta Solaris, donde un grupo de científicos han comenzado a sufrir diversas crisis emocionales. Esto impulsa a que un psicólogo vaya a revisar la situación, cayendo en una serie de visiones y escenarios que lo obligan a revisar su vida, su personalidad y todas sus decisiones.
Persona – Ingmar Bergman
También en un aspecto psicológico auto-analítico, Persona es una de las cintas más reconocidas del cineasta sueco Ingmar Bergman, y profundiza en el tema de la identidad. Una enfermera llamada Alma atiende a una actriz de nombre Elizabeth quien ha dejado de hablar. Ambas se mudan a un lugar separado, y Alma empieza a contarle toda su vida a su paciente hasta que comienza a perder pedazos de ella, teniendo dificultad para separarse a si misma de Elizabeth. La cinta ha influido otras obras como Black Swan de Darren Aronofsky.
Last Year at Marienbad – Alain Resnais
Cuando se habla de cine de arte, Last Year at Marienbad suele ser una de las cintas más mencionadas, ya que carece de una estructura narrativa clara, estableciendo una especie de fluidez entre tiempo y espacio, lo cual hace difícil entender la situación o el avance de los personajes. La cinta fue considerada como incomprensible por algunos desde su lanzamiento pero otros han encontrado múltiples interpretaciones sobre lo que presenta. La cinta se sitúa en un palacio en un parque que se ha convertido en un hotel de lujo, los personajes no tienen nombre y están relacionados de una forma extraña.
El Ángel Exterminador – Luis Buñuel
Aunque esta obra de Luis Buñuel establece un estilo de cine familiar, siguiendo la tradición mexicana, usa sus propios elementos para darle un giro surrealista a la historia, lo cual hace que evolucione en algo más grande. La obra presenta a un grupo de personas de clase alta que acuden a una fiesta privada en un hogar, pero después de un tiempo son incapaces de retirarse por voluntad propia, lo cual revela sus verdaderos rostros cuando la desesperación y ansiedad comienzan a apoderarse de ellos.
Pierrot le Fou – Jean-Luc Godard
En realidad Godard tiene varias cintas que entrarían en esta lista, incluyendo la clásica Breathless, pero Pierrot le Fou es quizá su obra más representativa. Jean-Paul Belmondo y Anna Karina protagonizan esta historia con una historia no linear (que supuestamente fue filmada sin un guión) en la cual se hacen observaciones sobre lo aburrido que son algunos grupos sociales, además de que exagera el cine para dar un entretenimiento que suele esperar la audiencia, e integra poesía para darle su propio estilo de narrativa.
Sedmikrásky – Vera Chytilová
Sedmikrásky o Las Margaritas, es posiblemente uno de los ejemplos más claros de lo que significa el cine de arte. La obra forma parte de la Nueva Ola de cine checoslovaco y presenta a dos jóvenes que se llaman Marie, quienes viven en una especie de nihilismo permanente y realizan varias bromas a hombres que quieren estar con ellas, o distintos sectores de la sociedad. Es una obra rebelde, y lo visual eleva la obra a algo más grande.
Fando y Lis – Alejandro Jodorowsky
Cinta mexicana hecha por el chileno Alejandro Jodorowsky, escrita por Fernando Arrabal. La cinta provocó polémica en el Festival de Cine de Acapulco, cuando fue estrenada, tanto así que “El Indio” Fernández amenazó de muerte al director. La cinta es una obra surrealista que sigue a una joven pareja que busca llegar al lugar fantasioso de Tar. Ella, al no tener movimiento de las piernas, depende de él para moverse, y en el camino encuentran a diferentes amenazas que buscan representar el pecado y las tentaciones oscuras de este mundo.
A Clockwork Orange – Stanley Kubrick
Es la cinta más conocida de Kubrick y posiblemente la obra de cine de arte más popular en la historia, ya que –a pesar de su estilo– resultó convertirse en una película de culto con una audiencia masiva. Basada en el libro del mismo nombre, presenta la historia de Alex, un joven que disfruta de la violencia y cómo después de ser capturado por realizar atrocidades, se le realiza un tratamiento para deshacerse de sus conductas. Como cualquier otra obra de Kubrick, la fotografía, la música y la atención al detalle la convierten en una obra maestra.
Eraserhead – David Lynch
David Lynch es posiblemente el mayor representante del cine surrealista o del cine de arte actual, ya que ninguna de sus obras sigue las convencionalidades de los géneros que representa y establece ideas psicológicas que nos impulsan a usar nuestras emociones para completar sus obras. Eraserhead es su ópera prima pero el mejor ejemplo de esto, y sigue la historia de un hombre que es abandonado para que cuide a su hijo deforme en un mundo que parece demasiado oscuro. De hecho, es posiblemente la cinta más “clara” de Lynch.
Elephant – Gus van Sant
Gus van Sant suele apegarse más al realismo, y su cinta Elephant resultó escalofriante por eso mismo. La cinta busca hacer una representación de la Masacre de Columbine, en la cual un par de jóvenes asesinaron a algunos compañeros de su escuela. La obra sigue a varios personajes en su día normal de la escuela, algunos con historias más sencillas que otras, con los perpetradores siendo introducidos a lo largo de la cinta, siendo al final cuando comienzan a asesinar a todos después de realizar un plan. La narrativa, su estilo y el hecho de que los actores hayan sido novatos y chicos normales lo hace más interesante e impactante.
Paris, Texas – Wim Wenders
Obra maestra de Wim Wenders, aún aclamada y siendo señalada por su influencia. Paris, Texas es una mezcla entre la desolación y la riqueza del amor, presentando a un hombre en estado catatónico quien fue abandonado por su esposa y quien decide emprender una búsqueda para que ella vuelva a casa. El relato habla sobre las fantasías, las ideas que tenemos de otras personas y de la felicidad.
Mother! – Darren Aronofsky
Cinta más reciente de Aronofsky, y otro excelente ejemplo de un cine que no está dirigido a las masas. La obra presenta a una pareja sin nombre que viven en una casa de campo que ella está tratando de arreglar mientras él trabaja en su novela. La llegada de un hombre, su esposa y sus hijos empieza a provocar caos ya que consideran al escritor una especie de ídolo. Ella trata de proteger el hogar mientras más personas entran y lo destruyen. La interpretación más clara es que es el relato bíblico cubriendo hasta la actualidad. Él es Dios y ella es la Tierra.
The House that Jack Built – Lars Von Trier
Cerramos con otro hombre que se enfoca a un cine muy particular y que con cada cinta toma un estilo de narrativa sólido, como si fuera un autor que sigue una saga de libros. Lars Von Trier llega a su punto más crudo y horrendo con esta cinta que presenta la historia de un asesino serial, mientras intenta justificar sus acciones. A momentos parece que Von Trier es quien habla a la audiencia haciendo una especie de confesión, por lo que es su obra más personal y no se enfoca en el ser un asesino, sino en los horrores del mundo y la honestidad.
Con información de GQ