Aunque suene poco romántico, es cierto que no vas a vivir por siempre con “mariposas en el estómago”. Las relaciones y nuestros sentimientos maduran, pero eso no quiere decir que tu vida amorosa esté condenada a ser “meh” y que después de cierto tiempo el romance muera. Hay un punto medio entre ambos y encontrarlo no es una tarea sencilla. Tampoco es fácil (ni agradable) reconocer cuando el amor se convierte en algo más parecido a la costumbre.
“Según algunos psicoterapeutas, la seguridad y la estabilidad son dos aspectos vitales en una relación sana. Sin embargo, eso no debe opacar otras necesidades en una relación, como sentirte valorada y con la sensación de que la otra persona sigue igual de ‘emocionada’ de estar contigo”, explicó Rocío Cardosa.
Con esto en mente, te compartimos algunas situaciones que demuestran que existe una gran diferencia entre haberte “conformado” a seguir en tu relación y realmente estar enamorada.
Lo que los mantiene juntos
¿Están juntos porque es lo natural o lo más sencillo? o ¿porque realmente quieren estarlo? ¿Tienes miedo a quedarte sola y no poder encontrar “algo mejor”? ¿Sigues con él porque sería un drama separarse? Pensar en el por qué permaneces en una relación después de un tiempo puede tener una dosis de lógica. No olvides que tus dudas deberían responderse con emoción por lo que crearán y harán juntos.
La rutina va ganando
¿Sientes que los besos que se dan durante el día y los “te quieros” ya están preestablecidos en la agenda? Recuerda que la espontaneidad es un ingrediente muy importante del romance y, aunque a veces la vida de adulto complica las escapadas o las salidas, su completa ausencia también es un foco rojo. Si sientes que las sorpresas y la chispa se esfuman, puede que su relación esté estancada en la rutina.
La energía
Con esto nos referimos a cómo fluyen en varias facetas de su relación: desde las peleas, las conversaciones y hasta el sexo. Si sus pláticas se han vuelto menos profundas y menos frecuentes, cada vez tienes menos ganas de tener intimidad y hasta optas por no desgastarte ni esforzarte cuando hay un malentendido, tal vez ya decidiste tirar la toalla sin saberlo.
Eres indiferente
Probablemente esta sea la diferencia más clara: no es lo mismo una zona de confort, que sentirte bien porque tu relación no es un cubo de rubik sin solución posible. No es lo mismo sentirte despreocupada y tranquila, a que estés aburrida y te interese poco si tu relación va bien o mal porque “es lo que hay”. Si hasta las peleas ya te parecen irrelevantes y no sientes muchas ganas de trabajar en esos u otros detalles de su dinámica, es momento de replantear tus ganas de estar en esa relación.
Quizá sea difícil y doloroso tomar conciencia de estas circunstancias, pues a pesar de que la química desaparezca, puede que exista mucho cariño entre ambos. Sin embargo, es importante darse cuenta y comunicarlo con tu pareja para saber si hay un bache en su relación del que no han podido o no podrán salir, ya que, a largo plazo, será más difícil reconocerlo. Valoren qué es lo mejor para ambos ya sea juntos o por caminos separados.
Con información de MSN