El traje se ha consagrado como una pieza clave, insignia, que debes tener en tu guardarropa. Una prenda atemporal que es una inversión para toda la vida.
Muchos declaran que no vale la pena comprar un traje. Una prenda que se ha quedado en el pasado y sólo es usada por los más conservadores. Nosotros, estamos en total desacuerdo.
Es cierto que la moda masculina con el paso de los años se ha ido diversificando, incorporando nuevas siluetas, colores y patrones. Pero también es verdad que el traje se ha consagrado como una pieza clave, insignia, que debemos tener en nuestro guardarropa. Una prenda atemporal, convirtiéndose en una inversión para toda la vida -claro, si es que no subimos de peso-.
El básico a considerar, tanto para eventos o días de oficina, será uno de estilo italiano con abotonadura simple, solapa tipo muesca y en color gris oxford o azul oscuro. Más adelante, si buscamos complementar la colección podremos agregar uno en color negro y otro en tonos cafés. Con tener de dos a tres trajes será más que suficiente y es importante saber dónde adquirir los adeacuados.
Un clásico de origen inglés, creado en el siglo XIX, que tiempo después continúa siendo una elección sin riesgo a fallar. A continuación, damos 5 razones de peso por las cuales debes considerar para tu próxima compra un traje. Estamos seguros de que no costará mucho trabajo convencerte.
El traje básico a considerar es uno de estilo italiano con abotonadura simple, solapa tipo muesca y en color gris oxford o azul oscuro
Hablando en temas de pura vanidad -no lo neguemos, sabemos que nos encanta-, los trajes son de esas contadas prendas que siempre sacan lo mejor de nuestro físico. Sin importar qué tan ejercitados estemos, por simple diseño el traje siempre sienta bien a nuestra figura.
El secreto está en el saco, fomenta una silueta en V (hombros y espalda ancha y cintura estrecha), la cual nos hace ver atléticos, con mejor postura e inclusive más altos. En pocas palabras, un traje siempre nos hará ver más delgados, estilizados, elegantes y sexys. ¿Qué más podríamos pedir?
La versatilidad
Al ser una prenda tan arraigada en el hombre funciona casi para cualquier ocasión. De hecho, con los dandis era el uniforme para llevar a cualquier tipo de evento, ¡no existía otra elección! Actualmente tenemos muchas más opciones a escoger, el traje es una apuesta que aplicará para la mayoría de situaciones donde tengamos que lucir impecables. El trabajo, una boda, graduación, funerales, en resumen, para cualquier tipo de festividad o evento de gala será la elección correcta.
Tip: no debemos olvidar que el uso correcto del traje negro es sólo para eventos de rigurosa etiqueta y funerales.
De larga duración
A diferencia de otras prendas, como sería una playera o camisa, un traje puede acompañarnos toda la vida, sin importar que sea un traje hecho a la medida o uno de tallas estandarizadas. Obviamente si le damos los cuidados correctos, que la verdad no son demasiados. Basta con guardarlo colgado en un gancho de madera dentro del portatrajes y enviarlo a la tintorería dos veces al año (depende de la frecuencia de uso), será suficiente para conservar el traje en buen estado. Junto a esto, radica la importancia de elegir colores neutros (gris, café, azul) y siluetas atemporales, de esta forma no se verá obsoleto con el paso de las tendencias.
Los materiales
En este último no tenemos mucho que perder, ya que la mayoría de los trajes, sin importar su marca, están hechos con los materiales correctos. Compuestos de fibras de origen natural, especialmente lana, siempre este tipo de fibra será la predominante en un traje, entre un 80 a 100% de la composición total. La pureza de los materiales siempre es un sello de garantía que asegurará la larga vida de un traje, siendo un motivo más para decidirnos a hacer esa inversión que tanto llevamos postergando.
Con información de GQ