A pesar de más de medio siglo de uso y haber demostrado que los medicamentos son sumamente seguros y confiables, aún hoy existe cierto rechazo hacia el uso de psicofármacos. El doctor José Ramón Arellano Cano, Director General del Instituto Temazcalli adscrito al DIF Estatal, invita a investigar sobre aquellos miedos infundados en relación con el uso de psicofármacos en el proceso de rehabilitación.
De acuerdo con el doctor José Ramón Arellano Cano existen varios mitos alrededor de los psicofármacos entre la sociedad, “Los psicofármacos son medicamentos psiquiátricos que se administran al organismo por alguna vía determinada, generalmente oral. Su principal sitio de acción es el Sistema Nervioso Central, en especial el encéfalo o aquello que comúnmente llamamos cerebro”.
“La principal intención al recetar psicofármacos es que estos actúen sobre las neuronas del cerebro, para generar los cambios celulares que ayuden a la resolución de síntomas como la ansiedad, la tristeza o el insomnio. Sin embargo, estos también se distribuyen por todo el cuerpo humano por lo que pueden tener algún efecto en otras áreas del organismo” explica el doctor.
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También menciona que los modernos psicofármacos han demostrado una alta eficacia y mínimos efectos adversos, comparables a los de cualquier otro medicamento. Si bien, los efectos secundarios dependen de la forma de como se inicia el tratamiento, los efectos no deseados se pueden evitar cuando las cantidades se inician con dosis pequeñas y se aumenta gradualmente.
“El inicio del tratamiento es un momento crítico para el éxito terapéutico ya que es el periodo donde hay más riesgo de abandono del tratamiento. La comunicación entre el médico y paciente es esencial para informar al paciente debidamente la forma de acción de estos fármacos y el tiempo por el que los debe de tomar o el tiempo que tardan en iniciar su efecto como en los antidepresivos que varían de una a dos semanas”, aclara Arellano.
El doctor Arellano expone que una idea común de los psicofármacos es que crean adicción y aclara que muchos de estos medicamentos tienen nulo potencial adictivo y por ello en México algunos se surten sin receta. Comenta que otro mito es que los medicamentos psiquiátricos son solo para “locos”,
«La desaprobación social lleva a algunas personas a considerar humillante el hecho de tener que tomar psicofármacos como símbolo de debilidad o inmadurez. Tal vez cueste aceptar que el cerebro, como cualquier órgano del cuerpo puede enfermar y requerir tratamiento. Retrasar o no realizar una consulta profesional por el temor “al qué dirán” solo contribuye al agravamiento de los síntomas y al empeoramiento de la calidad de vida».
En relación con la edad del consumo el doctor comenta que en muy pocas situaciones médicas se considera a la edad como una contraindicación para el uso de un determinado medicamento. Lo que todo profesional debiera hacer, y todo paciente solicitar, es una adecuada evaluación del balance entre el beneficio terapéutico y los efectos secundarios. “Las principales barreras de la salud mental son: la desinformación, el miedo y los prejuicios” afirma Arellano.
“En definitiva, hay que mantener una buena relación terapéutica con el profesional que prescribe los psicofármacos. Ello incluye ser abierto con nuestra evolución clínica y aclarar todas nuestras dudas y cuestiones sobre la medicación que nos interesa o preocupa. En el tratamiento de rehabilitación en Temazcalli es acompañado por psicofármacos como parte de la ayuda integral que se les brinda. Invito a la población a acercarse al Instituto Temazcalli para recibir ayuda en caso de tener algún problema con consumo de sustancias, trastornos de conducta alimentaria o si busca el cuidado de la salud mental infantil y adolescente” concluye el doctor.