Laura azotaba este jueves con fuertes vientos la costa de Luisiana, donde impactó en la madrugada como un huracán categoría 4 que obligó a evacuar a centenares de miles de personas de este estado del sur de Estados Unidos y de su vecino Texas ante la perspectiva de “catastróficas” crecidas.
Laura tocó tierra justo antes de la 01.00 hora local (0600 GMT) como una tormenta de categoría 4, la segunda más fuerte en la escala de cinco grados, con vientos de 240 kilómetros por hora (kph), en el pequeño pueblo de Cameron, Luisiana, dijo el Centro Nacional de Huracanes (CNH).
“¡CÚBRASE AHORA! Considere a estos vientos extremos inminentes como si se acercara un tornado y muévase inmediatamente a una habitación segura en su refugio”, advirtió el NHC en Twitter. “Proteja su vida”, insistió.
“Marejada ciclónica catastrófica, vientos extremos e inundaciones repentinas están sucediendo en partes de Luisiana”, advirtió el NHC.
Huracán Laura se debilita
En la mañana del jueves se debilitó rápidamente a una tormenta de categoría 2, con vientos máximos sostenidos de 168 kph, mientras avanzaba hacia el norte y azotaba el suroeste de Luisiana, una región pantanosa especialmente tendente a las marejadas ciclónicas y las inundaciones.
Las afectaciones que ha dejado hasta ahora
Los vientos de Laura azotaron durante toda la noche Lake Charles, Luisiana, arrancando tejados de edificios y rompiendo ventanas, según mostraron videos publicados en Twitter.
La ciudad de 78 mil habitantes recibió vientos sostenidos de 137 kph y rachas de hasta 206 kph en la hora previa a que el huracán tocara tierra, según el CNH.
Asimismo, se producían fuertes lluvias que según los pronósticos podrían llegar a entre 130 y 250 milímetros, con algunos picos de casi 400 mm en el oeste de Luisiana y el este de Texas.
Sumadas a la marea alta, esas marejadas -que se espera penetren unos 65 km tierra adentro- podrían causar una crecida de las aguas de entre 4,5 y 6 metros por encima del nivel normal.
“Es una de las tormentas más fuertes que impacta en esa sección de la línea costera”, dijo David Roth, del Servicio Meteorológico Nacional. “Nos preocupa que la marejada ciclónica llegue tan lejos tierra adentro, porque básicamente son todo marismas hacia el norte (…) No hay mucho que detenga el agua”.
Se prevé que esta temporada de tormentas del Atlántico, que se extiende hasta noviembre, sea una de las más duras. El NHC pronostica hasta 25 temporales y Laura es el duodécimo hasta ahora, mientras que Marco, que llegó a tener fuerza de huracán, se disipó el martes frente a la costa de Luisiana antes de tocar tierra.
Tanto Luisiana como Texas albergan grandes centros de refinado de petróleo. Más de 100 plataformas petrolíferas en el golfo de México fueron evacuadas como medida de precaución.
Laura tenía una potencia “sin precedentes”
El gobernador de Texas, Greg Abbott, advirtió que Laura tenía una potencia “sin precedentes” y urgió a los residentes a “salir del camino” del huracán.
Al hablar en la tercera noche de la convención republicana, el vicepresidente Mike Pence instó a las personas en el camino de la tormenta a “prestar atención a las autoridades estatales y locales”.
La Guardia Nacional informó de la movilización de más de mil efectivos en Texas para ayudar en la respuesta al huracán, así como 20 aviones y más de 15 equipos de refugio.
Entre las ciudades potencialmente en el camino de Laura y bajo órdenes de evacuación obligatoria figuran Beaumont y Port Arthur, en Texas, que sufrieron graves daños por el huracán Harvey hace tres años, que dejó 68 muertos.
Laura pasó el lunes como tormenta tropical por Cuba, provocando intensas lluvias, fuertes marejadas y algunos daños, tras atravesar la isla La Española, que comparten Haití y República Dominicana, donde dejó una estela de 25 muertos.
Con información de UnoTv