Frente a la costa de la isla Curazao, a una profundidad de casi 20 metros, el nieto acuanauta de Jaques Cousteau, Fabien, quiere crear el hábitat de investigación submarina más grande del mundo y bautizarlo Proteus, como el dios griego. Te contamos por qué la primera estación internacional del mar podría cambiar la forma de pensar los océanos.
Fabien, el nieto del famoso oceanógrafo francés Jaques Cousteau —que capturó la atención de millones de personas con El mundo sin sol (1964) su documental ganador de un Oscar—, es fundador del Centro de Aprendizaje Oceánico Fabien Cousteau, una organización sin fines de lucro dedicada a proteger y preservar los océanos, las zonas costeras y los hábitats marinos del planeta. Él y su equipo están construyendo la mayor estación de investigación submarina del mundo.
Proteger el océano de la pesca… para poder “pescar más”
En 2014 Fabien pasó 31 días en el único hábitat submarino operativo que existe (y ya tiene 34 años), la Base de Arrecifes de Acuario, en el fondo marino de Key Largo en los Cayos de Florida. Allí experimentó de primera mano los desafíos de vivir bajo el agua: altos niveles de humedad, poca luz, sin comida fresca, sin ejercicio físico y en aislamiento extremo. Ante lo vivido, decidió encarar el proyecto de la primera estación internacional del mar.
“Quise abordar todas las deficiencias y ofrecer algo que sea mucho más propicio para la exploración e investigación futuras, tomando la mayor cantidad de elementos del mundo de la superficie y llevándolo a un centro de investigación marina de última generación”, dijo a la Revista Smithsonian.
Los beneficios que ofrecerá Protus
Cuando se bucea desde la superficie, la cantidad de tiempo que se pasa de forma segura en aguas más profundas se limita a un promedio de dos horas por día. Con Proteus “ahora tendremos una casa en el fondo del mar, y seremos capaces de entrar al agua y bucear 10 a 12 horas al día para hacer investigación, ciencia y filmación”, explicó Fabien a Smithsonian.
Según datos del Servicio Nacional de Océanos citados por Fabien, más del 80% de nuestro océano permanece “sin cartografiar, sin observar y sin explorar”. Pero incluso las partes que han sido exploradas no han sido cartografiadas con una resolución lo suficientemente alta como para detectar objetos como los restos de un avión o la aguja de un volcán submarino. Con la base marina Proteus se podrá mapear el área circundante en un radio de 1 milla (casi dos kilómetros) con una resolución de ¼ pulgadas.
“Eso nos da un mosaico muy, muy limpio que podemos volver a visitar regularmente para mostrar los cambios en una base anual y de una década de duración”, aseguró.
Cómo será la base submarina Proteus
Estará ubicada a una profundidad de 60 pies (casi 20 metros), en un área marina protegida de gran biodiversidad frente a la costa de Curazao, en el Caribe.
Tendrá 4.000 pies cuadrados (372 metros cuadrados): será 10 veces más grande que la Base del Arrecife de Acuario.
De forma circular, tendrá una la estructura de dos pisos que girará alrededor de una rampa central curva que los conecta.
Para mitigar la presión del agua, el equipo de Fabien ha previsto un “espacio social” en el centro, rodeado de varias extensiones alojadas en “vainas”, donde estarán las viviendas, los laboratorios de investigación, las estaciones médicas y los baños.
Conseguir luz natural es otro desafío, por lo que los pisos circulares se compensarán entre sí, con ventanas de ojo de buey y tragaluces que permitirán la entrada de luz.
Para facilitar la exploración del océano, la estructura también incluirá una piscina lunar, o como Jacques Cousteau la llamó una vez: “una puerta líquida”. Esta apertura especialmente diseñada, situada en el fondo del hábitat, permitirá a los buzos salir a través de una cámara presurizada.
A diferencia de una estación espacial o un submarino, la presión del aire dentro de las estructuras submarinas se mantiene igual a la presión del agua en el exterior, evitando que el agua de mar entre en el hábitat. Esto permite a los acuanautas salir fácilmente y realizar investigaciones submarinas utilizando la inmersión de saturación, una técnica que reduce el riesgo de enfermedad de descompresión, según se explica en Smithsonian.
Proteus está todavía en la fase de concepto. Fabien está recaudando 135 millones de dólares para construir el hábitat y poder operarlo durante los primeros tres años.
Con información de Sputniknews