Miles de personas se congregaron este viernes en Washington, cuando se cumplen 57 años del discurso “Tengo un sueño” que pronunció el líder de los derechos civiles Martin Luther King Jr., y mientras en Estados Unidos se levantan voces en contra del racismo y la brutalidad policial contra los afroamericanos.
Muchos de los asisten protesta exhibían camisetas negras con la frase “Black Lives Matter” (“Las vidas negras importan”) y carteles con la imagen de George Floyd o con mensajes como “No a un Estado policial” y “Hay que votar afuera a Trump”.
Al igual que en la marcha en la que intervino Luther King Jr., líderes y activistas se dirigieron al público, varios de ellos de la comunidad hispana que intercalaron en sus discursos frases en español como “Tu lucha es mi lucha” o “Sí se puede”.
Una de las asistentes a la protesta, Sharon Rowles, gerente de proyectos en una empresa de Dallas (Texas) y quien viajó junto a nueve miembros de su familia hasta Washington, consideró importante participar en la movilización.
“Es un llamamiento para cambiar la manera de pensar y movernos en una dirección diferente para acabar con el racismo”, declaró esta mujer a Efe, quien consideró que la situación “va a cambiar después de noviembre de este año”, cuando se celebrarán las elecciones presidenciales.
“Porque Joe Biden -señaló esta manifestante, en alusión al candidato demócrata a la Presidencia- tiene una manera de pensar sobre los derechos civiles diferente a la (presidente estadounidense, Donald) Trump”.
“El programa de Biden está más relacionado con lo que necesitamos”, indicó.
Tal como sucedió el 28 de agosto de 1963 en la “Marcha en Washington por el trabajo y la libertad”, los manifestantes se han dado cita en el National Mall, frente al Monumento a Lincoln, para participar en una protesta bautizada este año “Quita tu rodilla de nuestros cuellos”, en alusión a los recientes hechos racistas que han golpeado a la comunidad afroamericana, como la muerte en mayo pasado de George Floyd.
Floyd, un hombre de raza negra, falleció después de que un policía blanco le presionara el cuello con su rodilla durante 8 minutos y 46 segundos, lo que desató una serie de protestas en todo el país.
La multitudinaria concentración, que este año ha incluido medidas como tomar la temperatura de los asistentes y el uso de mascarillas para evitar la propagación de la COVID-19, según constató Efe, se produce días después de que un policía blanco en Kenosha (Wisconsin) disparara siete veces por la espalda contra el afroamericano Jacob Blake, que se ha quedado parapléjico y quien permanece esposado a la cama de un hospital, tal como ha denunciado su padre.
La concentración, que se espera continúe hasta las 15:00 hora local (19:00 GMT) y que tiene entre sus ausencias más destacada la del recién fallecido congresista y defensor de los derechos civiles John Lewis, terminará con una marcha hasta el monumento a Martin Luther King Jr.
Con información de EFE