Los periodistas bielorrusos representan otro grupo víctima de la represión y censura del gobierno de Alexander Lukashenko, como parte del control que mantiene sobre los medios de comunicación.
- En apoyo a los comunicadores, miles de personas salieron a las calles para exigir la libertad de los seis periodistas detenidos en las manifestaciones del 1 de septiembre, acusados de participar y organizar una protesta no autorizada. Periodistas, opositores y cientos de personas se apostaron frente al Centro de Detenciones en Minsk donde los informadores esperan su juicio.
En tanto, estudiantes, artistas y activistas detenidos fueron sentenciados de 1 a 15 días de prisión y se les aplicaron multas por organizar o participar en eventos no autorizados.
Representantes de la oposición bielorrusa afirmaron que se mantienen unidos y tienen dos objetivos: primero, poner fin a las violaciones de los derechos humanos y liberar a todos los detenidos por motivos políticos.
Y en segundo lugar, aceptar que se falsificaron los resultados electorales y que deberían celebrarse nuevas elecciones presidenciales en Bielorrusia”, destacó Pavel Latushko, miembro del Consejo Coordinador para la Transición.
El presidente Lukashenko, quien niega que se torture a los manifestantes detenidos, nombró a Valery Vakulchik, anterior jefe de la KGB bielorrusa, como secretario de Estado del Consejo de Seguridad, con la encomienda de enfrentar los nuevos desafíos y amenazas que, dijo, enfrenta el país.
Horas después, Lukashenko se entrevistó con el primer ministro ruso, Mikhail Mishustin. Se trata de la primera visita de un representante del presidente Vadimir Putin desde que inició la mayor crisis política de Bielorrusia.
Nos gustaría enfatizar que Rusia apoya completamente la soberanía, la independencia y la integridad territorial de Bielorrusia. Bielorrusia es muy querida para nosotros”, declaró Mikhail Mishustin.
Con información de Once Noticias