Naciones Unidas no ha admitido que la vacuna oral contra la poliomielitis, financiada entre otros donantes por la Fundación Bill y Melinda Gates, haya causado un brote de esta enfermedad en África, como se afirma en varios mensajes difundidos en redes sociales.
El 9 de septiembre, el blog Mente Alternativa publicaba un artículo firmado por Alfredo Jalife-Rahme, con el titular “ONU admite que la vacuna financiada por Bill Gates está causando un brote de poliomielitis en África”, que fue compartido en Facebook y Twitter.
La entrada del blog estaba vinculada a un artículo de opinión del mismo autor y publicado en la misma fecha en la sección “Bajo la lupa” del diario mexicano La Jornada, cuyo titular era “Megaescándalo: ¡la vacuna contra la polio de Bill Gates resultó nociva en África!”. El texto fue compartido en Twitter por lectores de este medio.
El brote es real, el resto no
No solo es falso que la ONU haya admitido que una vacuna financiada por Gates ha provocado un brote de polio en África, sino que la OMS ha explicado el que se produjo en Sudán -al igual que otro detectado en Yemen- precisamente como resultado de una insuficiente vacunación de la población local.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) difundió 1 de septiembre un comunicado en el que exponía que el Ministerio de Salud de Sudán le había notificado el 9 de agosto “la detección de un poliovirus tipo 2 derivado de la vacuna circulante (cVDPV2) en el país”.
En esa nota informativa, la OMS explicaba que se habían detectado dos casos en niños de 4 y 3 años y que había otros once bajo investigación.
“La secuenciación de los virus aislados en Sudán hasta ahora refleja que están relacionados con los notificados anteriormente en el vecino Chad”, añadía la OMS, que admitía: “Hay circulación local en Sudán y una transmisión continua con Chad”.
Esa es la información que recogía correctamente la agencia AP y que fue empleada de modo falsario por varias webs para vincular el brote con la Fundación de Bill y Melinda Gates.
El problema fue la insuficiente vacunación
La misma OMS aclara en un texto explicativo fechado en abril de 2017 que “la vacuna antipoliomielítica oral (OPV) contiene un virus vacunal atenuado”.
Estos virus “pueden sufrir cambios genéticos que les confieran la capacidad de producir parálisis, creándose así los denominados poliovirus circulantes de origen vacunal (cVDPV)”.
Sin embargo, precisa que estas modificaciones se producen en casos muy raros “cuando la población está notablemente subinmunizada” y subraya que “el problema no está en la vacuna en sí misma, sino en una baja cobertura vacunal”.
“Si la población está plenamente inmunizada, estará protegida frente a los poliovirus tanto salvajes como de origen vacunal”, añade.
El riesgo muy inferior a los miles de contagios que evita
Además, la OMS recalca que “el bajo riesgo relacionado con los cVDPV apenas tiene importancia en comparación con los enormes beneficios que aporta la OPV a la salud pública, evitando cientos de miles de casos anuales de poliomielitis por poliovirus salvajes”.
Hace tres años, la organización informaba de que, desde el 2000, se habían administrado más de 10 mil millones de dosis de esa vacuna a cerca de 3 mil millones de niños en el mundo y, gracias a ello, se habían prevenido más de 13 millones de casos de poliomielitis, de modo que la enfermedad se había reducido en un 99 %.
“Durante ese tiempo se han producido en 21 países 24 brotes de cVDPV que han ocasionado menos de 760 casos de poliomielitis de origen vacunal”, agregaba.
Esos datos se han visto superados este verano, cuando, el 25 de agosto, la Organización Mundial de la Salud certificaba la erradicación de la poliomielitis salvaje en África.
Cinco millones de niños salvados de la parálisis
El argumento de la baja cobertura vacunal como explicación de este brote de Sudán y otro detectado en el Yemen fue empleado el día 11 del presente mes por la OMS y el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
Según informaba EFE, en un comunicado conjunto de la OMS en la región del Mediterráneo Oriental y de Unicef en Oriente Próximo se indicaba que ambos brotes eran debidos “a que los niños no han sido vacunados en zonas poco accesibles o de conflicto”.
Los dos organismos de Naciones Unidas señalaban en esa nota informativa que la COVID-19 ha hecho que disminuyan las campañas de vacunación, exacerbando las dificultades ya existentes para ofrecer asistencia sanitaria en zonas de conflicto o inestables.
Por si estos factores no fueran suficientes para acreditar la confianza de la OMS en la OPV, esta organización considera la vacuna oral contra la polomielitis “segura y eficaz”, según afirma en otro texto explicativo en el que responde a preguntas frecuentes sobre la enfermedad.
“La vacuna antipoliomielítica oral (OPV) es una de las vacunas más seguras que se han desarrollado hasta la fecha”, insiste, para recordar a continuación que “un mínimo de 5 millones de niños se han salvado de la parálisis permanente”.
4 millones para luchar contra la polio
En el mismo documento, el organismo de Naciones Unidas especializado en políticas de salud recuerda que “en 1988, los gobiernos presentaron la Iniciativa de Erradicación Mundial de la Poliomielitis (IEMP)” con la intención de relegar esta enfermedad “a los libros de historia”.
“Se trata de una alianza mundial integrada por gobiernos nacionales, la OMS, la Asociación Rotaria Internacional, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos y el UNICEF”, afirma.
“Desde la creación de la IEMP, los casos de poliomielitis han disminuido en más del 99% a escala mundial. Hace solo 20 años, la poliomielitis paralizaba cada día a mil niños. En 2010, sufrieron parálisis mil 349 niños”, expone.
La propia IEMP añade en su portal de internet a la Fundación Bill y Melinda Gates y la Alianza para la Vacunación Gavi -impulsada por el cofundador de Microsoft- como socios de la iniciativa.
El mismo sitio web aporta datos sobre los fondos cedidos por sus donantes entre los años 1985 y 2019, un periodo en el que la Fundación Gates fue el mayor contribuyente al destinar 3 mil 848 millones de dólares, mientras que la alianza Gavi aportó otros 182 millones.
En el citado intervalo, la suma total de dinero dado por países y entidades a esta causa fue de 17.314 millones.
Objeto recurrente de acusaciones falsas
La Fundación Gates y la alianza Gavi son habitualmente objeto de falsas acusaciones que les atribuyen responsabilidades en la promoción de supuestas vacunas dañinas para la salud y en una presunta conspiración internacional que pretendería tener bajo control a la población mundial por medio de sus actividades filantrópicas, que son puestas así bajo sospecha.
Entre los mensajes que acusan a los Gates de ser responsables del nuevo brote de poliomielitis en Sudán se encuentran algunos difundidos en redes sociales y portales de internet de España, Brasil o Estados Unidos, que vinculan la intervención de la Fundación a otros supuestos escándalos.
Esos mensajes aluden a la parálisis flácida de 47 mil 500 niños de la India y sostienen que Gavi ha sido expulsada de ese país, una afirmación que ya se ha demostrado falsa. Y recelan asimismo de la posible intervención de esta alianza en el descubrimiento de una vacuna contra la COVID-19.
Con información de EFE