Para empezar el día son muchas las personas que toman una taza de café. Por falta de tiempo, varios optan por un café soluble.
Pero, ¿sabes qué es el café soluble?
Es importante mencionar que, al menos, el 50% de la producción de café soluble se elabora con granos de café verdes, claro que eso cambia el sabor y otros factores.
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¿Qué es el café soluble? Ya lo conoces, lo has tomado y comprado miles de veces, claro que es café, pero saber más sobre este producto nunca está demás.
Seguramente has escuchado a alguien decir que no puede beber café antes de dormir porque su sueño desaparece por culpa de la cafeína. Te informamos que el café soluble tiene un 80% menos de polifenol y cafeína que el café de máquina.
Esto debido al proceso que recibe para llegar a ser prácticamente instantáneo.
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El café soluble llega a ser lo que es mediante dos procesos muy importantes: “spray dry” y liofilización.
Las características de cada proceso son diferentes, pues uno se produce en seco y el otro en húmedo.
Para el seco se mezclan dos tipos de granos: robusta (originario de Brasil) y arábiga (originario de Etiopia). Estos granos se mezclan y se secan por varias horas bajo el rayo del sol, posteriormente de muelen y se eliminan aquellas capas innecesarias.
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En cuanto al proceso húmedo se utilizan granos de mejor calidad; al mismo tiempo, requiere más esfuerzo, tiempo y mano de obra. Lo primero es lavar los granos maduros, eliminar los ligeros y otros desperdicios, después se reduce a pulpa y ahí se elimina el mucilago (capa innecesaria), pasa a un proceso de fermentación y lavado, para finalizar se secan bajo el rayo del sol o con una máquina.
Hasta ese momento tienen un proceso distintos, pero para conseguir lo que es el café soluble es necesaria otra fase.
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Se tuesta el café a una temperatura que varía entre los 190° y los 210°, se muele el grano tostado, se disuelve en agua caliente eliminando así los residuos sólidos y se centrifuga para obtener el extracto de café.
Al concluir este proceso empiezan otros, ya sea spray dry (secar el aire caliente en una cámara especial, y así formar cristales del extracto obtenido en la fase inicial) o liofilización extrae el agua al extracto anterior, para luego aplicar bajas temperaturas; sublimarlo todo con agua a bajas presiones y formar los cristales de café).
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Al finalizar estos procesos se obtiene el café soluble que ahora conoces y, tal vez, bebes todos los días.
Ahora que sabes lo que es, ¿se te antoja una tacita?
Con información de Excélsior