Moscú, principal foco de COVID-19 en Rusia, tomó la decisión de volver a imponer algunas restricciones, incluida una cuarentena para mayores de 65 años y la recomendación de trabajo remoto para los demás, tras registrar el mayor aumento diario de casos de coronavirus en tres meses.
“Desde agosto, en Europa aumenta considerablemente la incidencia de COVID-19 y en Moscú, lamentablemente, vemos en los últimos días un importante crecimiento de los contagios”, dijo el alcalde, Serguéi Sobianin, al anunciar las nuevas medidas destinadas a disminuir los casos diarios, que hoy se situaron en 1.560 en la capital.
El regidor precisó que, debido a esta situación desfavorable, a partir del próximo lunes en la capital entrarán en vigor algunas restricciones, parte de las cuales ya fueron implantadas durante la primavera pasada pero se levantaron después de una mejora de la situación.
Los adultos mayores, en casa
En concreto, los adultos mayores de 65 años y las personas más jóvenes, que padecen de enfermedades crónicas, no deberían salir de casa si no hace falta, escribió Sobianin en su blog.
El alcalde de Moscú también pidió a los grupos de riesgo que eviten temporalmente los contactos con familiares y amigos que no viven con ellos.
“Los paseos al aire libe y los ejercicios físicos no se restringen”, precisó.
Al mismo tiempo, Sobianin instó a los moscovitas de tercera edad a “salir lo menos posible a las tiendas y las farmacias” y pedir que las compras las hagan otros miembros más jóvenes de sus familias.
En todo caso, si las salidas son muy necesarias, Sobianin recordó que los moscovitas siempre deben llevar medios de protección individual como mascarillas y guantes.
Vuelve el trabajo remoto
El alcalde también se dirigió a las compañías capitalinas para “pedir de forma insistente y recomendar” que vuelvan a implantar el trabajo remoto para “tantos empleados cuanto sea posible”.
“Naturalmente, hay que hacerlo sin causar daño a los procesos laborales de sus organizaciones y los intereses de los consumidores”, dijo.
En aquellos casos, cuando los trabajadores no pueden realizar sus labores a distancia, Sobianin pidió garantizar la desinfección de los espacios laborales, las distancias sociales y el uso de cubrebocas, además de otras medidas como la medición de la temperatura de los empleados y los test rápidos de COVID-19.
Los medios rusos ya adelantaron el jueves que Sobianin tenía previsto pedir a cerca de 5 mil empresas moscovitas que reimplanten el teletrabajo para sus empleados durante la temporada otoñal, cuando además del coronavirus los ciudadanos se someten al riesgo de contraer otras enfermedades infecciosas, como la gripe estacional.
Repunte de los casis y prisa de vacunación
En total, Rusia acumula 1 millón 136 mil 48 casos de la COVID-19, lo que sitúa al país en el cuarto lugar en el mundo por el número de los contagios tras Brasil, Estados Unidos y la India.
Desde el estallido de la pandemia el pasado marzo, en Rusia han perdido la vida por coronavirus 20 mil 56 personas.
Moscú, que se mantuvo como el epicentro de la epidemia desde el primer momento, comenzó a registrar un aumento de casos diarios de coronavirus a mediados de septiembre, dos semanas después del inicio del curso académico.
Así, el 15 de septiembre, por primera vez en dos meses y medio, los contagios diarios en Moscú superaron la cifra de los 700 casos para llegar a más de un millar este jueves.
Esta semana además aumentó en un 30 % el número de las hospitalizaciones por COVID-19.
Ante el repunte de los casos, algunos especialistas llamaron a acelerar la vacunación contra el coronavirus con el fármaco que Rusia registró el pasado agosto y que entró en su tercera fase de ensayos clínicos el 9 de septiembre.
“Hay que acelerar mucho la producción de la vacuna, algo que no será fácil de hacer”, dijo hoy el director del Centro Gamaleya, Alexandr Ginzburg, donde se desarrolla “Sputnik V”.
A su vez, una fuente del Gobierno, citada por la agencia Interfax, indicó que las autoridades barajan la posibilidad de aumentar la producción masiva de la vacuna ante el repunte de los contagios.
Con todo, los expertos locales consideran que el crecimiento de los casos de coronavirus en el país no se debe a una segunda ola de la enfermedad sino a la continuación de la primera.
“En Rusia no hay una segunda ola de coronavirus; la pandemia no se había ido a ninguna parte. Se trata del desarrollo de un proceso epidémico, la continuación de la primera ola”, afirmó Alexandr Gorelov, experto del regulador sanitario ruso Rospotrebnadzor.
Todo, antes de volver a medidas estrictas
Las autoridades rusas abogan entre tanto por el cumplimiento de todas las normas sanitarias para evitar que vuelva el confinamiento estricto que vivió el país hace solo unos meses.
“Ninguno de nosotros quiere que vuelvan las restricciones estrictas de esta primavera”, advirtió hoy el alcalde de Moscú.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, también se pronunció el jueves en contra de la reimplantación de medidas estrictas, porque la situación en Rusia ahora “es mejor que en algunos de los países que ya afrontan esas restricciones”.
Al mismo tiempo, advirtió de que en caso de que los ciudadanos se relajen “la situación puede cambiar de forma radical”.
Con información de EFE