El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, presenta una “óptima” evolución clínica sin “complicaciones” y ya le ha sido retirada la sonda urinaria, tras la intervención a la que se sometió para la extracción de un cálculo renal, informaron este sábado fuentes médicas.
Bolsonaro, de 65 años, continúa “sin fiebre”, recibe hidratación oral y ha comenzado a dar paseos fuera de la habitación, según el último boletín médico divulgado por el hospital Albert Einstein de Sao Paulo.
El jefe de Estado ingresó en esa clínica privada el viernes para que le fuera extraída una piedra en la vejiga, una operación que duró una hora y media y se llevó a cabo sin contratiempos.
El hospital, uno de los centros médicos de referencia de Brasil, sigue sin dar una previsión de alta, aunque los pacientes que son sometidos a este tipo de procedimientos suelen estar ingresados 48 horas.
Recientemente, Bolsonaro comentó a un grupo de seguidores que tenía el cálculo desde hacía más de cinco años y que era del tamaño de un “grano de fríjol”.
En los últimos años el presidente brasileño ha sido sometido a cinco operaciones, cuatro de ellas como consecuencia del atentado que sufrió en 2018, en medio de la campaña electoral, cuando recibió una puñalada en el abdomen por parte de un hombre con trastornos mentales.
Bolsonaro fue acuchillado mientras era llevado a hombros por una multitud en un mitin electoral celebrado en la localidad de Juiz de Fora, en el estado de Minas Gerais (sureste del país).
El agresor fue detenido inmediatamente después del ataque, pero fue declarado inimputable, dado que el juez consideró que no tenía capacidad de responder por sus actos debido a sus problemas mentales.
En julio pasado, el líder ultraderechista, uno de los gobernantes más escépticos sobre la gravedad del nuevo coronavirus, dio positivo a la COVID-19 y estuvo veinte días aislado en el Palacio de la Alvorada, su residencia oficial en Brasilia, hasta superar la enfermedad.
Con información de EFE