Todas esas rutinas que sigues para tener brazos, espalda y abs de acero te van a dejar muy adolorido, pero hay solución.
Si eres de los que suelen ir al gimnasio regularmente, entonces el dolor muscular es parte de tu vida diaria y es posible que lo sientas en alguna parte del cuerpo casi todos los días. Eso no te va a matar, pero sí puede hacer que el siguiente entrenamiento sea más difícil o incluso que no puedas entrenar al día siguiente, y para eso hay algunos remedios que deberías aplicar.
El dolor muscular después de entrenar también puede ser adictivo, es lo que te indica que trabajaste duro, que tus músculos se esforzaron que los estás desarrollando (tanto en fuerza como en músculo) y hasta es probable que lo ames en secreto, pero hay un límite, si es demasiado, también puede ser un indicador de que tus músculos están agotados.
El dolor muscular que aparece de entre 24 y 48 después de un entrenamiento sucede debido a que, al realizar los distintos ejercicios, se crearon algunos cortes en las fibras musculares que se combinan con una respuesta inflamatoria y causan el dolor. A veces no es grave, pero hay otras ocasiones en las que el dolor puede ser tanto, que incluso te va a costar trabajo mover los brazos y piernas correctamente, y esa no es una buena sensación.
Esto suele pasar después de rutinas más intensas, con ejercicios como sentadillas o incluso corriendo demasiado y puedes identificarlo cuando sientes dolor muscular, falta de fuerza y rigidez en los músculos, lo que definitivamente va a afectar tu desempeño.
Esta es una de las razones por las que la recuperación es esencial para ver resultados y, de acuerdo con los expertos, hay algunas cosas que puedes hacer y comer para acelerar el proceso y volver a la jugada listo para sudar.
Hay muchos estudios que han encontrado que los champiñones tienen propiedades antiinflamatorias, con compuestos conocidos como polisacáridos que reducen la inflamación y, por lo tanto, ayudan a que el dolor no se sienta tan intenso. También es recomendable comer proteínas y antioxidantes.
No olvides el cooldown
Así como tienes que calentar para preparar tus músculos, también es importante que hagas ejercicios de enfriamiento y estiramientos al final (también ayuda a ganar músculo), esto ayuda a tu cuerpo a recuperarse más rápido. Un estudio de 2018 encontró que los corredores que realizan una actividad con disminución del 50% al final de su entrenamiento, en lugar de solo parar, pudieron correr tres veces más la segunda vez que corrieron, además de que reportaron menos dolor. Esto se debe a que ayuda a reducir el nivel de lactato.
Ve por un masaje
Esto no solo te va a hacer sentir bien en el momento, está comprobado que los masajes reducen el dolor muscular debido a que evitan que se liberen las sustancias que producen la inflamación y el dolor. Además de que ayudan a las células a reparar los tejidos.
Calor y frío
Esto es básico, el calor ayuda con la inflamación y el dolor, mientras que alternarlo con el frío ha demostrado ser uno de los mejores métodos para ayudar a los músculos a recuperarse rápidamente y previene el daño al tejido elástico.
Usa un rodillo
El foam roller se ha vuelto muy popular en los últimos años y no es exactamente una tendencia pasajera, en realidad es una gran herramienta para reducir la inflamación de los tejidos y mejorar la capacidad de los músculos de recuperarse. 20 minutos es todo lo que necesitas.
Toma un baño de hielo
Tal vez te va a sonar como a tortura, pero un estudio de 2010 encontró que pasar de 5 a 10 minutos en una tina con agua helada reduce la inflamación y degradación del tejido que causa el dolor muscular al afectar los vasos sanguíneos.
Con información de GQ