Roncar es algo que nadie quiere. Estas son sus causas y algunos tips para aliviarnos
Roncar es una de esas cosas con las que no queremos que se nos asocie. Es incómodo para quienes están alrededor y para nosotros mismos. Pero ahí están los ronquidos, al extremo de estar entre las causas principales por las que millones de personas pasan noches en vela. Las estadísticas indican que uno de cada 7 adultos roncan y la mayoría somos varones. aunque ellas no están del todo exentas.
Así andamos en nuestro día a día —o noche a noche—, aceptando que ese problema es parte de nuestra cotidianidad. Sin embargo, vale la pena saber qué provoca los ronquidos y qué podemos hacer para aliviarlos o librarnos de ellos.
¿Qué provocan los ronquidos?
Hay tres grandes culpables: La nariz, la garganta o la lengua. La buena noticia es que casi siempre, la razón de roncar no responde a un problema grave de salud.
Cuando el origen está en la nariz, la causa puede ser un resfriado que hace que las vías respiratorias estén obstruidas. Si padeces de sinusitis, esa es también una causa que te hace roncar “desde la nariz”.
Otras veces es la lengua la que se pone en medio del flujo de aire que inhalas y exhalas, provocando el ruido. Si duermes de espaldas, eso es muy frecuente. La mecánica es esta: tu lengua, relajada en el estado de sueño, se desplaza hacia detrás, obstruyendo ligeramente el paso del aire que fluye por la garganta desde la nariz. También es frecuente que al estar de espaldas respires por la boca y, ahí, el escándalo es todavía peor.
Ahora entramos en un terreno más serio. Hay condiciones estructurales y de salud que pueden contribuir a los ronquidos nocturnos. Entre estas está el sobrepeso. la laringe pequeña o una mandíbula inferior menor al tamaño habitual. También existe el tipo de ronquido causado por lo que se conoce como apnea del sueño. Este origen de los ronquidos, mucho menos común, es en realidad una condición de relajación de los músculos de la garganta, al extremo de obstruirse mientras dormimos.
¿Roncas al dormir?
El Dr. Gustavo F Martín nos aclara que “hay dos tipos de apnea del sueño. En la apnea, los músculos se ‘destensan’ y cierran el paso del aire durante 10 segundos o más. Luego está la hipoapnea, que es una reducción de más del 50% en el paso del aire, algo que dura unos 10 segundos o más”. El Dr. Martín agrega que estos dos tipos de apnea pueden producirse a la vez o de manera alterna durante una misma noche. Además, hay estudios que demuestran que un cuello con un diámetro mayor a 43 cm nos predispone a padecer esa condición. O sea, si tienes el cuello ancho y suenas como un tren en plena marcha, ya sabes de qué va el tema.
Otra razón para roncar es el consumo de pastillas para dormir bien. Esas píldoras tienen un efecto relajador sobre todos los músculos y la garganta también es susceptible a ellas. Cuando la garganta se relaja, el aire pasa con mayor fuerza por el paladar blando y provoca una vibración que causa el sonido. También considerado como relajante muscular, el alcohol puede causar que ronquemos, al afectar a la tensión de los músculos de la garganta. Anota esto como otra manifestación de la cruda. En cuanto a la comida y sus horarios, que seguramente habrás escuchado que puede incidir en los ronquidos, el Dr. Martín confirma que es cierto. Si comes algo pesado y vas a la cama de una vez, las probabilidades de roncar van a aumentar.
Cómo dejar de roncar
Para dejar de sufrir ronquidos provocados por la apnea y los problemas estructurales hay tratamientos y productos en el mercado, como las tiras nasales y los dilatadores nasales externos, que pueden aliviarnos, previa consulta con el médico, mucho más si se trata de un especialista en el sueño.
Si tienes sobrepeso, hay muchas razones para adelgazar y esta es una de ellas.
La postura al dormir es importante. Para evitar roncar, duerme de costado y eleva la cabecera de la cama.
Limita o evita los sedantes.
Luego está la esperada recomendación de controlar el consumo de alcohol y vigilar las reglas de la alimentación. Hay que comer al menos dos horas antes de acostarse. Además, se recomiendan alimentos ricos en triptófano, un aminoácido que ayuda a estimular la producción de serotonina y la melatonina, que promueve el sueño sano.
Y sobre el remedio de las abuelas del vaso de leche tibia… Olvídalo. Los lácteos no son amigos del buen sueño.
Con información de GQ