Vincent Van Gogh fue un pintor holandés cuyo trabajo tuvo una enorme trascendencia en el arte del siglo XX. Su vida estuvo marcada por la ansiedad, los trastornos mentales y las enfermedades que lo llevarían al suicidio a los 37 años.
Los amarillos y azules de Van Gogh son característicos de sus obras, la forma en la que el pintor buscaba mostrar su mundo es muy particular y sin duda ha marcado el mundo del arte.
Algo que todos han podido notar es la obsesión del pintor por el color amarillo, pero ésta ha sido relacionada con una intoxicación por Digital (Digitalis purpurea), planta medicinal que ha sido utilizada para tratar diversas patologías, entre ellas la crisis maniacodepresivas.
El pintor la consumía habitualmente en un intento de acabar son sus ataques ya que se le atribuían propiedades sedantes y antiepilépticas.
Desafortunadamente, el exceso de digital desarrollaba xantopsia, una patología que altera la percepción de los colores. Se dice que Van Gogh veía el mundo a través de un filtro amarillo.
El pintor plasmó esta tonalidad en obras como Los girasoles, Campo de trigo al sol con segador o La casa amarilla.
También se ha hablado de que los halos amarillos que realiza en los focos de luz de pinturas como La noche estrellada son producto de una crisis glaucomatociclíticas. Hay expertos que apuntan a que este efecto está provocado por la intoxicación por el plomo de las pinturas o por beber absenta.
La xantopsia de Van Gogh
La xantopsia, el griego xantos, es una alteración de los colores que hace que los objetos visibles sean percibidos con un ligero tono amarillento.
Con información de El Heraldo