Cuántas veces deseaste tener unos leggings con bolsillos, sobre todo en esos momentos en el que tienes tu teléfono en la mano, no quieres dejarlo muy lejos de ti y, simplemente, no tienes dónde guardarlo. Pero más allá de este menester de nuestros tiempos, los bolsillos satisfacen otra necesidad tan básica pero tan útil al vestir: darnos algo qué hacer con nuestras manos. Esa incomodidad silenciosa de la que poco se habla y muchos sufrimos: ¿Dónde y cómo pongo mis manos? ¿Las dejo que caigan? ¿las pongo en la cintura? ¿las agarro?
Ante esta fastidiosa incertidumbre siempre son buenos los bolsillos. Algunos los prefieren grandes, otros justos y otros, simplemente, discretos. Lo importante es que estén ahí. Hoy, el hecho de que una falda, un pantalón o un vestido no tenga estos espacios internos puede jugar muy en su contra y, aunque hoy es una de las prendas favoritas de las mejores vestidas, muchas pueden retractarse al comprarlos por este simple detalle.
Los leggings, por más cómodos y versátiles que fueran, pocas veces vienen con este aditivo y, nos corregirán si nos equivocamos, pero por lo menos en algún momento de ese día que los llevamos nos quejamos -explícita o silenciosamente- de no tener donde meter nuestras manos o donde guardar nuestras llaves, por decir solo algunos de los tantos usos que podemos darle a los bolsillos.
Las marcas deportivas han resuelto ya este problema sumando uno que otro bolsillo escondido en sus leggings, y es que por su forma ajustada resulta una dificultad estética y funcional el hecho de sumarles estas pequeñas bolsas. Pueden afectar la silueta y nadie quiere eso. Sin embargo, el diseño siempre está ahí para resolver este tipo de problemas y entonces un día haciendo scroll en Instagram los vemos, los leggings perfectos con bolsillo.
Seguro ya existen varios modelos así, pero los de la nueva colección de la marca Wardrobe NYC, de la directora de moda Christine Centenera, logran esa perfecta conjunción de función y forma, al agregar dos bolsillos en la parte frontal de sus ya clásicos leggings con bota ajustable, que puedes abrir y cerrar con unas sencillas cremalleras a juego con el color del pantalón. Pocos errores se pueden cometer al llevar estos leggings.
Son discretos y útiles. No serán los ideales para guardar el teléfono más grande del mercado pero sí para esconder las manos cuando no sepamos qué hacer con ellas. Si hay algo que necesitábamos encontrar, definitivamente, eran unos leggings así. Ahora solo falta verlo en más versiones, en más colores y en diferentes precios.
Con información de Vogue