¿Entrenas con la misma ropa todos los días y crees que no importa que te quede un poco grande? Eso debe cambiar.
La ropa del gimnasio es sagrada, SAGRADA, es lo que evita que tu cuerpo entre en contacto con el sudor de otras personas, que acabes con rozaduras en el cuerpo o que tengas una infección por hongos debido a todo el sudor acumulado, así que no solo debes cuidarla bien, también debes usar la correcta para evitar problemas.
Ya sea que quieras entrenar en casa o en el gimnasio, la ropa que usas es importante (hacer ejercicio en jeans definitivamente va a ser incómodo y sudar tu traje favorito no tiene ningún sentido). Al entrenar en casa, puedes ser tan exhibicionista con tu ropa como se te antoje (es tu propio sudor el que te vas a encontrar en los aparatos y las pesas), pero, debes tener en cuenta que cada prenda tiene una función y que está ahí para protegerte y ayudarte a empujar tus límites, así que no vale entrenar con la pijama o ponerte la primera cosa que encuentres en el clóset sin analizar lo que puede hacer por ti (la ropa correcta incluso puede hacer que sea más fácil eliminar el mal olor).
¿Crees que Usain Bolt correrá una carrera con unos pantalones de tela pesada? No, no lo va a hacer y eso es porque, mientras más tela y más peso, más lento se vuelve el corredor. De la misma forma, los bodybuilders entrenan con cierto tipo de ropa para poder ver si sus músculos se están tensando correctamente, y ningún atleta saldría a darle unas vueltas a la pista con unos tenis que no hayan sido creados para correr.
No solo tiene que ver con las reglas de etiqueta, sino con tu salud y desempeño, así que, si en verdad quieres entrenar bien y conseguir resultados, hay algunos errores básicos que debes evitar con tu ropa del gimnasio.
Rutinas de ejercicio más brutales
No vas a poder correr bien si los pantalones se te están cayendo con cada paso, así que una de las reglas más importantes que debes tener en mente es que la ropa debe ser de la talla correcta, esto te va a permitir tener un mejor desempeño y dejar de preocuparte por mostrarle demasiado a los demás. La ropa grande no te va a hacer ver más musculoso, solo te vas a ver desaliñado, mientras que la ropa demasiado ajustada va a resultar muy incómoda.
No elegir bien el material
Hay telas que son mejores para absorber la humedad, lo que evita que escurras sudor por todos lados, además es más respirable y eso permite que no sientas tanto calor al entrenar. El material de la tela también puede evitar que se formen hongos en la ropa y que eso se pueda pasar a tu piel, que además puede tapar los poros y hacer que comiences a tener acné en la espalda y otros lugares.
No lavar adecuadamente
La ropa del gimnasio se debe lavar de adentro hacia afuera, de preferencia a mano y sin usar agua demasiado caliente, todo esto puede dañar las prendas y hacer que se encojan o pierdan su forma. Lavar de adentro hacia afuera ayuda a eliminar mejor el sudor y el mal olor, y dejar que la ropa se seque al aire en lugar de en la secadora evita que se encoja.
No usar la ropa adecuada
No, no se trata de un truco para hacerte comprar más cosas, existe ropa deportiva que es para hacer ejercicio y otra que solo es para estar cómodo en casa, esto se debe a que los materiales, cortes y tipos de prendas pueden ayudarte a correr más rápido, a entrenar con mayor comodidad y a evitar que te atores en los aparatos.
Y eso también va para los tenis, entrenar con chanclas o zapatos sin soporte solo va a hacer que te duelan los pies y termines con una lesión.
No cambiar tus tenis regularmente
Los tenis que usas para entrenar tienen un tiempo de vida, esto porque el uso constante los va gastando y eventualmente llegan a perder el soporte en la suela, así que debes cambiarlos cada cierto tiempo. Se recomienda que lo hagas cada año, aunque puede ser menos o más tiempo dependiendo de qué tan rudo sea el uso.
Usar accesorios
No necesitas cadenas, anillos y pulseras para entrenar, a nadie le importa qué tan arreglado vas al gimnasio. Llevar accesorios puede causar lesiones y accidentes, así que es mejor quitarte todo y ponerte solo lo necesario para cada entrenamiento.
Con información de GQ