Elegir la chamarra de mezclilla perfecta no es complicado, sólo necesitas considerar unos cuántos puntos y asegurarte de que se vea bien.
La evolución de la chamarra de mezclilla ha sido una de las más interesantes. Comenzando como prenda de compañía para los jeans dentro del uniforme del trabajador, eventualmente encontró su camino entre la juventud y después en las masas como una prenda completamente aceptable en diferentes contextos, incluso casi llegando un paso a la formalidad.
Sin embargo, aunque parece sencillo tomar cualquier chamarra de mezclilla y usarla en cualquier atuendo, es necesario saber cómo elegirla y que se vea bien. Para hacerlo basta con fijarnos bastante bien en su medida, la forma en la que se ve, y básicamente seguir el instinto. Pero si este no es tan bueno, te dejamos algunos puntos que quizá te puedan servir si estás buscando en comprar alguna pronto.
Ligeramente grande.
Regla principal para cualquier chaqueta o saco. Los hombros de la chamarra de mezclilla deben quedarte justos, similar a una playera. Intenta usar una talla más pequeña si sientes que se ven muy grandes o que parece que tienes hombreras. Un aspecto fit siempre es clave, pero un poco grandes puede ser para quienes quieran un look más suelto.
El largo es clave
Además de los hombros, el largo de la chaqueta es importante, ya que debe llegar a la altura de las caderas que es la altura donde deben de comenzar los jeans clásicos (y otros a la cintura). Si queda un poco más larga puede ser incómoda o muy estorbosa y no tendrá un aspecto tan sólido con el resto del atuendo. Recuerda que no buscamos nada oversize, en especial cuando hablamos de una chamarra de mezclilla (a menos que busques un look bastante alternativo)
De igual forma revisa que al cerrar no se sienta que deja demasiado espacio. Debe ir ligeramente ajustada (si buscas un estilo más sobrio).
Tú decides cómo quieres que se vea.
La chamarra de mezclilla y su tonalidad clásica azul marino es bastante versátil como para usarla con una infinidad de atuendos, sin importar si es con camisa, playera, botas o tenis. Sin embargo, vale la pena explorar diferentes tonalidades para lograr mejores combinaciones y tener outfits diferentes con el simple cambio de chaqueta. Tampoco es ideal usar la misma para todo, así que sirve que tengas un poco de variedad en el clóset. Las tonalidades blancas son ideales para el verano, y los grises son clásicos.
Revisa el modelo (y si te gusta cómo se ve)
Existen diferentes diseños de chamarras de mezclilla con diferentes cortes de cuerpo, o hasta con características como cierre para alternar entre los botones. El problema es que no todas se ven bien. Algunas con bolsos delanteros suelen ensanchar la figura así que si tienes un espejo delante de ti en la tienda, úsalo a tu conveniencia y si no te sientes convencido intenta con un modelo diferente.
Un diseño diferente.
La ropa de mezclilla (o denim) de buena calidad, que sea durable, se puede identificar por el peso. Los jeans o chaquetas que se sientan demasiado ligeras puede que sean de una mezclilla mucho más ligera, mientras que la de alta calidad se siente más pesada. De hecho, algunos hombres sienten sus jeans de alta calidad mucho más duros que los de mala calidad y deben pasar un tiempo acostumbrándose. Lo mismo sucede con las chaquetas de denim.
Busca alternativas
Además del color puedes optar por chaquetas de mezclilla híbridas diseñadas para el frío que suelen tener algodón para evitar el frío (considerando que esta prenda es muy mala para cubrir del viento durante el invierno). Esto sólo es en caso de que quieras expandir tus opciones dentro del clóset.
No recomendamos comprarlas en Internet a menos que ya tengas confianza en la tienda y en sus medidas. De lo contrario, siempre es mejor tener la posibilidad de probarla y ver cómo queda una vez puesta para evitar arrepentimientos o conformarse con un mal look.
Con información de GQ