Científicos israelíes consiguieron revertir por primera vez el envejecimiento celular. La clave de su investigación está en la terapia con oxígeno hiperbárico.
Revertir o detener el envejecimiento ha sido uno de los grandes sueños de la medicina y la ciencia. Ahora un estudio publicado en la revista Aging podría representar un pequeño pero indispensable primer paso hacia ese propósito.
Para conseguir su propósito, los científicos se enfocaron en uno de los protagonistas del proceso de envejecimiento en seres humanos: los telómeros. Del griego telos (“final”) y meros (“parte”), los telómeros son las puntas de los cromosomas. Su función es que los cromosomas (y por tanto nuestro ADN) se mantengan estables.
Sin embargo, a medida que pasan los años, en el proceso de división celular los telómeros tienden a acortarse. Cada que se dividen nuestras células, la parte final de los cromosomas queda un poco más corta.
Esta degradación es importante, pues se ha estudiado cómo la longitud de los telómeros influye en la aparición, por ejemplo, del cáncer. También se sabe que los telómeros pueden verse agraviados por el tabaquismo, el estrés, la falta de actividad física y la mala alimentación.
Lo que no se sabía era cómo influir positivamente en ellos en un estudio. En su estudio, los científicos sometieron a 35 pacientes a una terapia con oxígeno hiperbárico. Durante tres meses, los pacientes fueron tratados con 5 sesiones por semana; cada sesión era de 90 minutos.
El resultado fue que los telómeros de algunos pacientes se extendieran hasta un 20%. Esa recuperación podría repercutir favorablemente en la salud de los pacientes tratados. Aunque el estudio fue pequeño, los resultados sugieren un camino para futuras investigaciones que podrían beneficiar en nuestra calidad de vida.