Cada 2 de diciembre se conmemora el Día Internacional de la Abolición de la Esclavitud, para rendir homenaje a la fecha exacta en que la Asamblea General de la ONU firmase el Convenio para la represión de la trata de personas y de la explotación de la prostitución ajena.
No obstante, esta organización, aún hoy en día, sigue luchando contra las formas modernas de esclavitud, que no se han podido erradicar en el mundo.
La prostitución forzosa, una lacra a erradicar
¿Qué son las formas modernas de esclavitud?
En palabras sencillas, se trata de aprovecharse de las necesidades económicas de las personas, para hacerles firmar un contrato del cual nunca podrán liberarse, debido a que todas las condiciones les obligan “legalmente” a seguir realizando esa actividad sin ganar nunca su libertad.
Obviamente, este tipo de contratos no son para nada legales, porque aunque se encuentren redactados según los estándares comerciales de un país, violan derechos humanos que están por encima de cualquier forma contractual, lo que deja sin vigor este tipo de vínculo laboral.
Pero, para la mayoría de las personas que aceptan estos convenios y terminan atrapadas en una pesadilla que pareciera no tener fin, el temor a ser descubiertos (en caso de inmigrantes ilegales), el temor a que dañen a sus familias (extorsión) o simplemente el temor a no recibir la recompensa prometida, los hace mantenerse en el lugar y no luchar por su libertad.
Entre las formas más comunes de esclavitud moderna se encuentran:
- Trabajo forzoso: Aunque en un principio las palabras “trabajo forzoso“, nos pueden recordar a un tipo de castigo en el sistema penitenciario de algunos países, en realidad, muchas personas en el mundo son víctimas de este tipo de ardid laboral. Es más, se estima que en el año 2016 aproximadamente 25 millones de personas trabajaron en algún momento de manera forzada, bien sea en el ámbito de la construcción, del empleo doméstico o en la producción industrial, además de personas que son explotadas sexualmente y los trabajos forzados impuestos por el Estado.
- Matrimonios forzados: En Asia ocurre mucho que las familias venden a sus hijas a cambio de una dote cuantiosa, sin importar si esta joven desea o no casarse. Pero también, algunas culturas del mundo permiten el matrimonio de hombres con niñas, lo cual es otro tipo de esclavitud, porque estas pequeñas deberán a pasar a formar parte de su propia familia y se espera de ellas un conjunto de acciones no aptas para su edad y nivel mental.
- Trabajo infantil: No importa si esto se da por condiciones de necesidad dentro de una familia o por medio de la trata de blancas para la esclavitud moderna, lo cierto es que emplear a un niño para exigirle una jornada mayor a un adulto y pagarle menos o simplemente no pagarle en absoluto, es una de las formas de esclavitud modernas más extendidas en la actualidad.