¿Recuerdas el deseo de Aladdin? Este hombre lo convirtió en realidad y robó millones de la realeza europea en el proceso.
Gregor MacGregor (sí ese es su apellido real) era un hombre común y corriente, pero tenía un plan extraordinario con el que podría convertirse en millonario sin tener que mover un solo dedo.
Era el año 1821 y Europa estaba en plena carrera por descubrir y conquistar nuevas tierras, y Gregor MacGregor descubrió que eso podría ayudarlo a cambiar su vida, su suerte y su fortuna. El hombre creó una colonia llamada Poyais en la Bahía de Honduras y la usó para estafar a decenas de personas, a las que convenció de invertir en sus tierras y mudarse ahí.
El plan de MacGregor, digamos que es el primer fiasco del Fyre Festival, resultó en 200 personas empecandos sus cosas y mudándose a la utopía que les habían prometido, solo para descubrir que todo había sido un engaño, Poyais no existía y tuvieron que ser evacuados con todas sus posesiones, y el ego herido.
La vida de este estafador comenzó con una familia escocesa de buena posición y una fortuna muy cómoda, a los 16 se unió al ejército y rápidamente se compró el título de Coronel y se casó con una mujer llamada María Bowater, que pertenecía a una familia británica influyente.
Guía de más de 300 páginas llamada Sketch of the Mosquito Shore
Todo iba bien, pero en 1810 MacGregor cayó en desgracia en el ejército británico por una pelea, su esposa murió y se dio cuenta de que tenía que hacer algo para recuperar su vida y construir su propia fortuna. ¿Qué hizo? (fue brillante si lo piensas) MacGregor intentó hacerse pasar por un aristócrata alegando que era un miembro de la realeza escocesa y usando el título de “Sir”, pero la élite británica no creyó su historia y MacGregor decidió salir a explorar nuevas tierras.
En 1812 vendió sus propiedades y viajó a Venezuela donde fue recibido como “Sir” Gregor por el general Francisco de Miranda, que era compañero de Simón Bolívar. Ahí, Macgregor se convirtió nuevamente en soldado, trabajando para Bolívar, y comenzó a ganarse el reconocimiento de sus compañeros, después se convirtió en general, se casó con Josefa Lovera, prima de Bolívar, y se dio cuenta de que había otras formas de hacerse rico.
MacGregor descubrió en 1820 un pedazo de tierra en la costa de Nicaragua que era controlada por los Miskito, quienes le cedieron un pedazo del tamaño de Gales a cambio de un poco de ron y joyas (y esto porque la tierra era horrible y no tenían ningún uso para ella, al menos no se la robó como pasó con la isla Clipperton). MacGregor decidió llamar a su nuevo “reino” Poyais y se declaró príncipe del territorio.
Un año después, el estafador regresó a Londres y comenzó a contar cuentos de su colonia utópica del otro lado del mundo, usando su fama como héroe de guerra para ganar credibilidad. Gregor les contó a todos los que lo escuchaban que los nativos amaban a los británicos, que el lugar tenía una gran riqueza y belleza natural, clima perfecto todo el año y una ciudad moderna con todas las comodidades de la época.
Existen muchas playas del mundo que no han sido exploradas
Para que todo sonara más real, MacGregor incluso falsificó documentos y escribió una fabricó una guía de más de 300 páginas llamada Sketch of the Mosquito Shore, firmada por un explorador ficticio al que llamó Capitán Thomas Strangeways, quien mostraba dibujos, detalles, mapas y notas sobre el paraíso de Gregor (que además aprovechó que era un tiempo en el que los mapas no eran tan exactos).
Con su plan en marcha, Poyais abrió oficinas para empezar a vender terrenos en Poyais y los aristócratas no tardaron en llegar, disparando su fortuna y éxito por los cielos. Poco a poco, Gregor comenzó a aumentar el precio de las tierras, vendió monedas falsas del banco de Poyais y organizó el viaje para que 200 personas pudieran mudarse a la isla.
Esas 200 personas descubrieron la verdad cuando llegaron a Poyais y encontraron que no había nada ahí, todo era pantanos y bosques y definitivamente no podían quedarse ahí. Para empeorar las cosas, llegaron en plena temporada de lluvias, así que los casos de malaria comenzaron a aparecer y aumentar.
Para cuando la ayuda llegó, más de la mitad de los nuevos residentes de Poyais habían muerto y solo 50 lograron volver a Londres. Gregor ya había escapado a París para ese entonces e incluso recaudó 400,000 mil dólares con otro engaño similar.
Gregor fue arrestado en 1825 y acusado de fraude, pero el juicio estuvo lleno de problemas y confusiones, el estafador incluso logró convencer a todos de que el culpable había sido su asistente y fue absuelto de todos los cargos. Finalmente regresó a Venezuela en 1838, después de la muerte de su esposa, recuperó su posición en el ejército, recibió una pensión y murió en 1845, enterrado con todos los honores militares.
Con información de GQ