¿En latte o en té? Quizá es la presentación más común en la que has escuchado hablar del té verde -o su presentación molida la matcha-. Un ingrediente natural que se utiliza desde siglos atrás por las culturas del Lejano Oriente. Tomar té verde trae múltiples beneficios al cuerpo; acelera el metabolismo, combate el estrés, mejora el sistema inmunitario, entre otros más. Pero que hay de su presentación tópica, es decir todos aquellos productos (hidratantes, sueros, mascarillas, etc.) que aplicamos sobre la piel ¿Tienen los mismos beneficios? aquí damos respuesta a esta inquietante pregunta.
¿Qué es el té verde?
Muchos de los ingredientes utilizados en las fórmulas de skin care provienen de la naturaleza, y sin duda el té verde es uno de los mejores representantes de esto. De origen botánico, se obtiene de las hojas y brotes del arbusto camellia sinesis, mejor conocido como la planta de té.
Las hojas del té verde son altas en polifenoles, es decir, altas en antioxidantes. A continuación, nos pondremos algo técnicos, pero es necesario para entender que hace tan relevante al té verde en su uso para la piel. El principal polifenol que contiene son las catequinas, y dentro de este grupo está la epigalocatequina galato, mejor conocida como EGCG -te lo dijimos, nos íbamos a poner muy técnicos-. Lo importante aquí, es que la EGCG es la clave para hacer del té verde un excelente antioxidante natural para la piel. Sin importar que se aplique en forma tópica -cremas- o se administre vía oral, este polifenol será el encargado de hacer todo el trabajo para traer los beneficios a tu piel.
Los beneficios del té verde
Cómo te hemos mencionado, la gran aportación son los antioxidantes a la piel. No olvides que estas moléculas son las indicadas para prevenir la oxidación de la piel y así retrasar su envejecimiento. Aunado a esto, también se ha descubierto que el té verde tiene efecto desinflamatorio, esto se debe a que las hojas contienen un porcentaje de cafeína, haciendo que muchos de los productos diseñados con esta planta se enfoquen en la zona de los ojos para combatir la hinchazón que se provoca en los párpados (recuerda que en los ojos está la piel más delicada del rostro). Pero no solamente se enfoca en esta área, también en cualquier tipo de irritación en el rostro, ya sea por el rasurado o la exposición solar.
Además de ser un antioxidante y desinflamar, también se utiliza para combatir el exceso de producción de sebo en el rostro. Es un ingrediente el cual funciona como antibacteriano para aquellos que sufren de problemas causados por el acné.
¿Aplicarse bolsas de té verde, el mismo resultado?
Falso. Al igual que sucede con muchos ingredientes como el pepino, la miel o el yogurt, estos productos que tomamos, literal de la cocina, no cuentan con la concentración necesaria para surtir un efecto contundente sobre la piel.
Aplicar de forma directa las bolsas de té verde que compras en el supermercado no contienen la cantidad necesaria de EGCG -recuerdas que lo mencionamos arriba-. Los productos de skin care deben contener al menos 1% de este tipo de polifenol para ser efectivos.
Otras recomendaciones
A diferencia de ingredientes como el retinol y el ácido salicílico que se encuentran puntualmente en ciertos productos de skin care, el té verde es como el amigo popular que queda bien con cualquier tipo de fórmula. Lo podrás encontrar casi en toda la gama de productos; tónicos, hidratantes, mascarillas, sueros, etc. Algunas marcas que lo incluyen de forma recurrente son Boscia, The Body Shop, Mario Badescu y Biorepublic, cualquiera de sus productos será una apuesta correcta.
Lo único que debes de tener en consideración es que los productos que incluyan té verde (antioxidante) suelen ser inestables. ¿A qué nos referimos? se oxidan fácilmente con la exposición solar o las altas temperaturas. Así que tu suero, mascarilla o tónico, siempre lo tendrás que resguardar en un lugar en que no le de luz directa y esté a una temperatura fría (al menos templada).
Con información de GQ