El Instituto Gamaleya de Moscú, que desarrolla la primera vacuna rusa contra el COVID-19, dijo el miércoles que los voluntarios en sus pruebas de etapa final a gran escala para la inyección Sputnik V ya no recibirán placebos, informó la agencia de noticias RIA.
Alexander Ginsburg, director del instituto, dijo que el Ministerio de Salud autorizó la interrupción de la administración de placebos a los nuevos reclutados para la etapa III del ensayo.
“Todo ha sido probado y la pandemia continúa, por lo que un placebo no es bueno”, citó RIA a Ginsburg, quien agregó que le gustaría identificar a quienes ya habían recibido un placebo y ofrecerles la vacuna, “pero aún no está claro si el regulador lo permitirá”.
Rusia comenzó a vacunar con la Sputnik V a médicos y otros trabajadores de primera línea en Moscú este mes, y 200 MIL personas ya han pasado por la campaña de inoculación.
Los datos del ensayo provisional publicados la semana pasada encontraron que la Sputnik V, que los reguladores rusos aprobaron en agosto tras menos de dos meses de pruebas en humanos, tiene una efectividad del 91,4 por ciento.
La autorización de emergencia no esperó, como es habitual, a los resultados del ensayo de referencia en etapa III.
En esta etapa, un gran número de voluntarios recibe de forma aleatoria la vacuna o un placebo, sin saber qué se les ha administrado, y sus tasas de infección se comparan después de que un número suficiente se haya infectado en el entorno natural.
Con información de Reuters