Hallelujah es la dieta ideal si deseas bajar de peso tratando de sanar otras comorbilidades en el trayecto. ¡Ah y también si eres todo un feligrés!
Si googleas esta dieta Hallelujah tal cual, te aparecerá en el buscador un libro cuya presentación literalmente dice esto: Hallelujah! He aquí la dieta que cambiará radicalmente tu vida de adentro hacia afuera basada en un sustento bíblico… ¿Pero, de qué trata esta dieta?
¿Cómo surge la dieta Hallelujah?
Creada por el reverendo George Malkmus esta dieta surge cuando le diagnostican cáncer y los médicos le sugirieron en ese momento tratarse médicamente de manera tradicional como habitualmente, sin embargo, él busca un camino diferente en los textos bíblicos gracias al cual recuperó su salud al paso de un año de haberla iniciado. En específico, la desarrolla con base en lo escrito en el Génesis 1:29 “Y Dios dijo: He aquí que os he dado toda planta que da semilla que está sobre la tierra y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer”. Por lo tanto, después de leer esto entenderás que se trata completamente en una dieta basada en plantas (si no estás listo, puedes comenzar con una dieta flexiteriana)
Esta dieta rica en nutrientes ayudará a fortalecer tu sistema inmune a través de la eliminación de los productos no saludables de la dieta occidental.
Así que reemplazarás todo lo procesado y refinado principalmente. Consta de 4 pasos que incluyen alimentos y suplementos que ayudarán a eliminar de tu cuerpo las toxinas que lo debilitan y que alteran a tus células haciéndolas más propensas a la enfermedad, similar al fundamento de las dietas detox. ¿Para qué tipo de afecciones? Cáncer, artritis, diabetes, síndrome de intestino irritable, Alzheimer, enfermedades autoinmunes y del corazón, por mencionar algunas.
Consume alimentos que ayuden a eliminar de tu cuerpo las toxinas que lo debilitan
Los 4 pasos de la dieta Hallelujah
1
Come crudo. Consume principalmente frutas, verduras y semillas como nueces. Se te pide que tu dieta conste por lo menos del 85% de alimentos basados en plantas crudos y el 15% restante sean cocinados o cocidos.
2
Reemplaza los alimentos tóxicos. Es decir, elimina la carne, los lácteos, las harinas o cereales blancos, productos con azúcares y sales refinadas. De esta forma, excluirás también de tu cuerpo muchos químicos como aditivos, conservadores y otros ingredientes artificiales. Así darás cabida a productos más naturales y de origen vegetal. Es decir elimina los alimentos que te quitan años de vida.
3
Incluye el suplemento Barley Max y jugos de verduras. Es verdad que aunque comas montones de vitaminas y minerales tu cuerpo solamente absorberá lo que necesite y lo demás lo eliminará sabiamente, sin embargo el hecho de que se te propongan jugos y suplementos es para que puedas tener un aporte idóneo y los aproveches al máximo naturalmente.
4
Suplementación “no matter what”. Ya sabes, como cualquier dieta vegetariana o vegana, requiere de suplementación para evitar las deficiencias nutricionales, lo más importante: vitaminas B12, D3, K, Yodo, Selenio y DHA o sea ácidos grasos omega 3.
Lo que sí puedes comer dentro del 85%
Jugos recién hechos, sustitutos de leche como de almendra o plátano, fruta orgánica o deshidratada (no más del 15% de la ingesta total de estos), granos completos e integrales como avena o linaza, chícharos y leguminosas, semillas comiéndolas moderadamente porque recuerda que son grasas (nueces, chía, hemp, ajonjolí…), aceites como el de oliva, linaza o tahini , hierbas, sazonadores frescos, verduras crudas, sopas en crudo, smoothies de fruta o pudines de estas con semillas.
Lo que puedes meter en el otro 15%
Frutas y verduras cocidas, al vapor, salteadas, congeladas, cereales o granos integrales, frijoles cocidos, sopas veganas, infusiones herbales, quesos y leches no lácteas como la de avena, carnes de vegetales sustitutos de la proteína animal, semillas con sal, cocidas o fritas, mayonesas y aderezos veganos, caldos libres de carnes, endulzantes como miel de abeja, agave, stevia, etc.
Lo que no debes incluir
Despídete de los alimentos procesados
Carnes de todo tipo, lácteos, alcohol, café, tés con cafeína, productos con cocoa o chocolate, bebidas carbonatadas o gasificadas, todo lo que involucre azúcar (si te preguntas qué pasa si dejas de consumir azúcar), productos industrializados o procesados de alguna manera (congelados, enlatados, con grasas saturadas o trans, granos refinados, salados, ahumados, rostizados, etc.), grasas animales como mantequilla, manteca o procesadas como margarina, con sal o pimienta, todo tipo de dulces, postres y golosinas.
Los peligros de esta dieta
Pareciera ser muy sana en cuanto a calidad y sí, esto no se puede negar, no hay nada mejor como que comas mucha fruta y verdura además de todo natural si quieres perder peso o librarte y coadyuvar al tratamiento de alguna enfermedad, sin embargo, es una dieta que por la naturaleza de sus alimentos tiende a ser hipocalórica, estamos hablando que por día estarías consumiendo alrededor de 1000 calorías y al ser muy restrictiva, si no es guiada por un experto en salud podrías al paso de tiempo tener deficiencias de proteínas y otros nutrientes. Así que si la vas a hacer, o busca ayuda de un profesional o bien, accede directamente al sitio web de este programa para que lo hagas de la mejor forma posible.
Con información de GQ