La candidata a vacuna MTBVAC contra la tuberculosis, en cuyo desarrollo participa la Universidad de Zaragoza, noreste de España, proporciona en monos y con una sola dosis una mejor protección, en comparación con la única vacuna disponible hasta ahora, la BCG.
Los resultados, que publicó la revista NPJ del grupo Nature, respaldan a la MTBVAC como candidata para la vacunación universal contra la tuberculosis y alternativa a la inoculación actual.
El artículo recoge los resultados del estudio en el que investigadores de Europa y de Estados Unidos comparan la protección de la nueva candidata vacunal y de la actual BCG en un modelo de infección por aerosol con Mycobacterium tuberculosis en macacos Rhesus, el más relevante de eficacia contra la tuberculosis respiratoria.
La Universidad de Zaragoza trabaja desde hace 20 años en esta nueva vacuna, que se desarrolla junto a la biofarmacéutica española Biofabri.
La investigación ahora publicada consolida los estudios anteriores de seguridad e inmunogenicidad y urge al desarrollo clínico de los estudios -ya en marcha- para demostrar la eficacia de MTBVAC como vacuna profiláctica contra la tuberculosis respiratoria en humanos.
Ello convertiría a esta candidata a vacuna en “una herramienta especial para la lucha contra la tuberculosis”, indicó la Universidad de Zaragoza (Unizar), en un comunicado.
El estudio dirigido por Sally Sharpe, del servicio de Salud Pública del Reino Unido, muestra que una sola dosis de la vacuna MTBVAC administrada por vía intradérmica confiere una protección significativa mejor a la exposición por aerosol a M. tuberculosis cuando se compara con BCG administrada en la misma dosis y por la misma vía.
Las imágenes médicas de escáner in vivo y el estudio de las lesiones patológicas macroscópicas y de anatomía patológica de la frecuencia y gravedad de granulomas pulmonares demostraron una reducción significativa de la infección con la vacunación con MTBVAC.
La publicación estudia, por primera vez, la respuesta inmunitaria inducida tras la vacunación con MTBVAC en macacos y los compara con los patrones inmunológicos estudiados en los ensayos en humanos previos así como con los estudios clínicos actuales en curso.
Estos resultados se añaden a los publicados recientemente por el equipo de la Universidad de Zaragoza en modelos de ratón, que indicaban que la MTBVAC, creada a partir de la cepa clínica más frecuente en Europa, África y América, protege también frente a los diferentes linajes de M. tuberculosis, que son los de las cepas más extendidas por todo el mundo.
Estos resultados que permiten “anticipar una buena protección de MTBVAC frente a las principales cepas de M. tuberculosis circulantes a nivel global”, explica la Unizar.
En el desarrollo de la vacuna trabaja el grupo de Genética de Micobacterias de la Universidad de Zaragoza, dirigido por el catedrático Carlos Martín, perteneciente al CIBER de Enfermedades Respiratorias del Instituto de Salud Carlos III, adscrito al Instituto de Investigación Sanitaria de Aragón (IIS-Aragón) e investigador principal del Proyecto Vacuna Tuberculosis.
La nueva candidata a vacuna se está sometiendo ya a ensayos clínicos en personas y ha mostrado su seguridad en estudios en adultos en Suiza y en bebés en Sudáfrica.
En la actualidad se están desarrollando, en Sudáfrica, ensayos clínicos en fase II, en adultos infectados y no infectados y en recién nacidos para seleccionar la dosis, estudiar su seguridad e inmunogenicidad en un mayor número de participantes.
La actual vacuna BCG, basada en una forma viva atenuada de Mycobacterium bovis aislada de las vacas y que cumplirá un siglo este año, se mantiene como la única autorizada contra la enfermedad.
Sin embargo, la MTBVAC es la primera y única basada en el patógeno humano Mycobacterium tuberculosis atenuado que entra en estudios clínicos, señala la nota de la Unizar.
La tuberculosis se mantiene como una de las primeras causas de mortalidad por enfermedades infecciosas en todo el mundo con 1,4 millones de fallecidos en 2020, según la Organización Mundial de la Salud.
La OMS estima que a consecuencia de la pandemia de COVID-19, en los próximos cinco años las muertes por tuberculosis podrían aumentar hasta en un 20%.
Con información de EFE